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12 megacomplejos turísticos amenazan a Cabo Pulmo, la joya de conservación marina del mundo


Por:Rocío Casas

El Parque Nacional Cabo Pulmo, considerado el acuario del mundo y hogar del único arrecife de coral duro en el Golfo de México, se encuentra bajo asedio del sector inmobiliario: al menos 12 megacomplejos turísticos intentan asentarse en su periferia. 

En los últimos 14 años, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha aprobado ocho megacomplejos turísticos en Baja California Sur que, en suma, abarcarían una superficie estimada de mil 344 hectáreas.

Foto: Alberto Cota/POSTABCS.

Los complejos turísticos han solicitado albergarse en las comunidades de mayor cercanía a Cabo Pulmo: en Buenavista, El Leonero, La Ribera y Cabo Pulmo, que se localizan a menos de 35 kilómetros de distancia del Parque Nacional. 

De asentarse en estas comunidades, el impacto negativo del turismo a gran escala pondría en riesgo a esta zona considerada la joya ambiental más importante de México y el mundo, y que fue catalogada como Patrimonio Mundial Natural por la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y como Sitio Ramsar.

Ocasionaría daño a los ecosistemas marinos y terrestres, la sobreexplotación del agua en una zona ya afectada por la escasez, la generación de residuos sólidos de difícil manejo, la contaminación por hidrocarburos y la creciente presión turística que podría transformar de forma irreversible el entorno, advierte Greenpeace México. 

Con alrededor de 20 mil años de existencia y hogar de más de 300 tipos de peces, Cabo Pulmo es considerado “el acuario del mundo”; en total se presume que hay más de 800 especies de vida marina.

Existen tortugas marinas, como la laúd, carey, prieta, caguama y golfina, las cuales se encuentran en la categoría en peligro de extinción; tiburones toros, tigre, martillo, puntas negras y blancos, además de las ballenas jorobadas en algunas temporadas del año.

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En esa tierra desértica, también habitan las familias de las cactáceas, como las pitahayas, el palo fierro y las choyas y matorrales. Las especies más comunes son: el lomboy blanco, la matacora, el ocotillo y el mezquite. 

Entre los reptiles, se encuentran la cachora arenera, el güico, el gecko, la víbora de cascabel, la iguana cola espinosa, la boa del desierto y otras especies de víboras. Destacan las aves, como el halcón cola roja y peregrino y la calandria. Además, la liebre negra y el venado bura, especies bajo amenaza.

Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), la conservación de Cabo Pulmo es clave para la preservación de la reserva pesquera local y la economía de las comunidades aledañas, como La Ribera y Cabo Pulmo, en la que habitan alrededor de 2 mil 400 personas.

De los 12 megaproyectos turísticos, ocho ya fueron autorizados con concesiones que se extienden hasta 2066 y cuatro más se encuentran bajo revisión por parte de la Semarnat. Sin embargo, CEMDA estima que el total de desarrollos inmobiliarios podría alcanzar los 16. 

La implementación de este proyecto se sumaría a los 16 autorizados y siete que aún se encuentran en evaluación en las comunidades costeras de Cabo del Este en los últimos 14 años, abonando al crecimiento poblacional y problemas sociales como inseguridad, deterioro de la calidad de vida y pérdida de identidad

Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA). -

“Es preocupante que se continúen presentando proyectos de manera fragmentada, y que la autoridad ambiental lo siga permitiendo. Urge poner freno a esta modalidad ya que no permite evaluar de manera integral los impactos ambientales de complejos”, de acuerdo con una publicación de la organización. 

Estos son los proyectos autorizados: Costa Palmas; Campo de Golf Costa Palmas, segunda etapa; El Anhelo; Hotel Bahía El Rincón; Condo hotel La Ribera; Punta Arenas Light House; La Abundancia y Baja Bay Club.

Las dimensiones de estos megaproyectos son:

Estos desarrollos han generado una fuerte controversia entre la población de Baja California Sur, ya que, en varios casos, durante su periodo de aprobación, han ignorado las recomendaciones de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que ha señalado la incompatibilidad de estos proyectos con la preservación del Parque Nacional. 

Foto: Alberto Cota/POSTABCS.

Los megaproyectos que ahora buscan afianzarse en este ecosistema y aún se encuentran bajo la revisión son:

Esta investigación se realizó a partir de la información obtenidas de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) que presentaron las empresas desarrolladoras ante la Semarnat. 

Costas Palmas, una expansión turística con costos ambientales

Con la mira en Los Cabos, este complejo pretende transformar 234 hectáreas para la construcción de un desarrollo turístico náutico que incluirá hotel y condominios, campo de golf, laguna, zonas residenciales y marinas, para “atraer a un segmento exclusivo de turistas”. 

El complejo turístico, que es impulsado por la empresa Desarrolladora La Ribera, propone una inversión de 500 millones de dólares para la creación de infraestructura hotelera, marina y espacios comerciales, que se construirán en dos etapas a lo largo de cinco años.

Este proyecto se pretende establecer en la comunidad de La Ribera, una zona costera ubicada dentro del municipio de Los Cabos, en la región conocida como Cabo del Este.

Es caracterizada por su biodiversidad y su cercanía con áreas naturales de alto valor ecológico, con una gran cantidad de especies de plantas adaptadas al clima árido, como la pitaya, que es fundamental para la fauna local. 

Se encuentra en una ruta migratoria usada por aves en peligro de extinción son el Vireo belli pusillus, una especie que sólo se localiza en la zona de California, (California, Estados Unidos, Baja California y Baja California Sur, en México) y Mascarita bajacaliforniana, especie endémica de los humedales de la entidad, que cruzan por esta zona en busca de hábitats adecuados.

La Ribera también es un lugar clave para la conservación de los recursos hídricos, ya que en sus cercanías se encuentran cuerpos de agua que alimentan ecosistemas tanto terrestres como acuáticos. 

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Estos recursos son vitales para las especies que habitan la región, incluyendo algunas en peligro de extinción, como  la vaquita marina, tortuga carey y golfina.

Uno de los puntos más críticos en la evaluación del proyecto es su impacto ambiental, entre las afectaciones identificadas se encuentran:

    1. Generación de residuos peligrosos: si bien se han planteado estrategias de mitigación, el manejo de desechos sigue siendo un desafío.

    2. Flora y fauna: se registró la pérdida de vegetación de matorral sarcocaule en un 63% del área, aunque parte será compensada con programas de conservación.

    3. Especies afectadas: se han identificado Sterna antillarum, Recurvirostra americana, Polyborus plancus y Pelecanus occidentalis dentro de la zona.

    4. Impacto en agua subterránea: la extracción de agua de los pozos podría reducir los niveles freáticos en la región.

    El suministro de agua para la operación se realizará a través de pozos profundos con un pretratamiento mediante filtros de resina activada y purificación por ósmosis inversa. 

    El proyecto consumirá 600 metros cúbicos diarios de agua potable de la red municipal y 600 metros cúbicos diarios de agua tratada de una planta de tratamiento. 

    Foto: Alberto Cota/POSTABCS.

    El proyecto ha sido aprobado bajo ciertas condiciones de mitigación ambiental. Orella Garelli, Campañista de Océanos sin Plásticos en Greenpeace México, advierte sobre los efectos acumulativos con impacto negativo en la biodiversidad local.

    “Estos proyectos implicarán explotación de recursos hídricos en una zona donde ya hay escasez de agua, generación de residuos sólidos urbanos difíciles de manejar, y liberación de contaminantes por actividades náuticas. Además, atraen turismo masivo y depredador, contrario a lo que la comunidad ha construido”, alerta.

    Campo de Golf Costa Palmas, un lujo ambiental costoso

    Para consolidar la oferta turística en la zona de La Ribera, el campo de Golf Costa Palmas, segunda etapa, se prevé extender sobre 96 hectáreas, que ampliará la infraestructura recreativa del Desarrollo Turístico-Náutico. 

    Respaldado por la empresa Desarrolladora La Ribera, el proyecto cuenta con una inversión de 9.5 millones de dólares para atraer el turismo de lujo en Baja California Sur.

    Se pretende situar entre las localidades de Buenavista y La Ribera, en la región de Los Cabos, dentro de la zona conocida como la Costa Este.

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    El campo de golf se plantea como una oferta adicional para los visitantes del desarrollo turístico, integrando caminos de acceso, zonas de reserva y un sistema de riego que permitirá el mantenimiento del campo.

    Se considera que este megaproyecto turístico afectaría a la biodiversidad:

    El Anhelo, un megaproyecto con implicaciones ambientales significativas

    Ubicado frente al Golfo de California, el Desarrollo Turístico Integral El Anhelo Resorts busca transformar 195 hectáreas en un atractivo destino para el turismo de lujo, con una inversión proyectada, en tres etapas, por 287 millones de dólares por parte de la empresa El Anhelo Resorts.

    El proyecto incluye la construcción de hoteles, residencias exclusivas, condominios, bungalow, villas, restaurantes y hasta un centro comercial; además, planea construir una marina para embarcaciones turísticas y un campo de golf de 18 hoyos, orientado para atraer a turistas internacionales de alto poder adquisitivo.

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    Este megaproyecto, sin embargo, ha generado controversia debido a sus potenciales impactos ambientales, como:

    Como parte de las estrategias para mitigar el impacto ambiental, la empresa desarrolladora ha planteado incluir una planta desaladora para el abastecimiento de agua potable y una planta de tratamiento de aguas residuales. Además, el campo de golf, que se extenderá en 72 hectáreas, tendrá un alto consumo de agua.

    Baja Bay Club, el riesgo de la sobreexplotación del agua

    A tan sólo 1.5 kilómetros de distancia del Parque Nacional Cabo Pulmo, pretende localizarse el desarrollo inmobiliario a gran escala denominado Baja Bay Club, en un predio de 610 hectáreas, que antes pertenecían al proyecto Cabo Cortés que fue cancelado en 2012. 

    Operado por el Fideicomiso Cabo Dorado F/4084, el desarrollo inmobiliario a gran escala que busca consolidarse en La Ribera, que contempla la edificación de 422 villas residenciales y dos hoteles para sumar un total de 275 habitaciones, un club de playa, áreas recreativas, una casa club y un campo de golf de 98 hectáreas. 

    Foto: Alberto Cota/POSTABCS.

    La superficie total destinada a este desarrollo es de 610 hectáreas, de las cuales 577 hectáreas están destinadas específicamente para la construcción y urbanización, mientras que las 33 restantes se han propuesto para la implementación de un programa de manejo de dunas costeras a lo largo del litoral.

    El consumo de agua para este proyecto será considerable. Baja Bay Club también ha declarado la posesión de tres concesiones de agua, que le permiten extraer hasta 4 millones 865 mil metros cúbicos de aguas nacionales al año, evitando la instalación de una desalinizadora.

    La construcción de un campo de golf de casi 100 hectáreas implica el uso diario de cientos de miles de litros de agua para mantener el césped en condiciones óptimas. 

    Esto supone un riesgo de sobreexplotación de los acuíferos locales, ya que el suministro en la región depende de fuentes subterráneas que abastecen tanto a los residentes como a la vida silvestre. 

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    Si los niveles freáticos bajan significativamente, podría producirse intrusión salina, es decir, la filtración de agua de mar en los pozos, lo que afectaría la calidad del agua potable disponible.

    CEMDA y Greenpeace México han advertido que la construcción de este megaproyecto en la zona pone en peligro al ecosistema cercano a Cabo Pulmo:

    En cuanto a la modificación del hábitat natural, la urbanización de más de 500 hectáreas supondrá la remoción de vegetación nativa, la compactación del suelo y la posible alteración de corredores biológicos utilizados por especies locales y migratorias, como los reptiles, aves y mamíferos pequeños.

    En octubre de 2024, Baja Bay Club publicó un video promocional en el que se observa un predio desmontado, lo que sugiere que se han realizado trabajos preparatorios sin contar con la autorización ambiental correspondiente. 

    A pesar de que la MIA del proyecto no contempla esta superficie dentro de su plan, el Plan Maestro disponible en su sitio web muestra el uso de toda la costa.

    Incluyendo el área del hotel Bahía El Rincón, donde se proyecta la construcción de 38 residencias frente al mar, destinadas a los fundadores del desarrollo.

    La región donde se prevé el desarrollo es una zona de anidación de tortugas marinas, como la golfina, prieta y laúd, así como del gallito marino. 

    Para mitigar los impactos ambientales, el proyecto cuenta con un programa de manejo de duna costera; una autorización de aprovechamiento no extractivo de tortugas marinas y gallito marino; y un programa de manejo para ambas especies autorizado por Semarnat.

    Finalmente, el proyecto fue desechado, quedando en evidencia la problemática ambiental que rodea a los desarrollos de gran escala en zonas ecológicamente sensibles. 

    La intención de transformar esta región en un destino turístico de lujo enfrentó fuertes críticas debido a sus posibles impactos negativos en la biodiversidad y los recursos naturales de Baja California Sur.

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