Elizabeth Ibarra: la visión y emoción que cultivaron el éxito de Agricole

Agricole en Pescadero, referente en Baja California Sur, es obra de Elizabeth Ibarra Vivanco. Agricultora y visionaria, Ibarra ha cultivado un negocio exitoso basado en principios audaces y conexión con el cliente.

Su modelo, que da vitrina a lo local, se alinea con espacios como el Mercado Orgánico y Artesanal (MOA) de La Paz, dedicado también a apoyar a productores regionales.

Su trayectoria muestra que las ideas surgen de la necesidad y la escucha. "Empecé a investigar donde pudiera desarrollarme", confiesa, marcando un camino guiado por la búsqueda de soluciones y la autenticidad emocional.

Del revés al emprendimiento: ¿Cómo nació y evolucionó Agrícole?

El viaje de Elizabeth Ibarra al emprendimiento comenzó por necesidad: "Se me cerraron puertas donde quería trabajar. Entonces, eso fue lo que me empujó pues a buscar alternativas". 

En los 90, en Ensenada, trabajó en una exportadora de orgánicos; allí observó la oportunidad de atender a la comunidad mexicana en EE.UU. "Como conocía de un producto, pues encontré una necesidad... yo me voy a buscarla y se las entregué", recuerda sobre sus inicios.

De regreso a Baja California Sur en 1999, aplicó este modelo con productores locales de hierbas. 

Fundó su propia empresa exportadora, Bernet, que fue "muy exitosa", pero el estrés la llevó a un cambio. 

"Un día se me ocurrió en la carretera ahí en Pescadero sacar fresas de las que exportaba y las puse a vender en la calle. Y ahí empezó Agricole", relata. 

Su elección del lugar y producto fue acertado, ya que El Pescadero es un importante polo de cultivo de fresas en BCS contribuyendo significativamente a la producción estatal. 

La respuesta del público pidiendo más productos locales moldeó el concepto.

Escuchar al cliente y liderar con emoción: ¿Cuál es el secreto de Agrícole?

La filosofía de Agricole es clara: el cliente dicta el camino. "Realmente Agricole nació de lo que el cliente me pide, no de lo que yo quería", afirma Ibarra. 

Considera que "el emprendimiento actual así debe ser. No debe ser lo que tú impongas, debe ser lo que la audiencia está dispuesta a comprarte". 

Esta sintonía con el consumidor ha sido clave para la expansión de Agrícole, que ya tiene una segunda tienda en Los Cabos y planes para más.

Además de un restaurante "Cocina de Campo by Agricole", reconocido con un Bib Gourmand por la Guía Michelin, y la productora Bernet, especializa en ofrecer productos frescos de su propio campo, como parte de la propuesta de Agricole.

Este reconocimiento para su cocina en El Pescadero se enmarca en un creciente prestigio gastronómico para la zona, donde la cercana Todos Santos ya presume establecimientos con estrellas Michelin como DŪM, TENOCH y Benno.

Más allá de la oferta, que incluye productos propios y da oportunidad a pequeños productores, Ibarra enfatiza el poder de las emociones. 

"Si somos productores primero de las emociones, después viene el producto y después viene la ganancia", sostiene. 

Para ella, la autenticidad y la conexión genuina son vitales: "El poder de hacer tu público es exactamente siendo auténtico, honesto y realmente obrando en lo que profesas".

Mujer en la agricultura: ¿Qué desafíos y lecciones marcan su trayectoria?

Emprender en la agricultura, "negocio dominado por los hombres", presentó desafíos para Ibarra, sin tradición familiar ni tierras.

"Me cerraron la puerta muchas veces, me quisieron tumbar mi negocio", confiesa. Su "atrevimiento" y mentores fueron fundamentales para su éxito. 

También lidió con el egocentrismo tras sus primeros éxitos, aprendiendo que "era como abrir la puerta del infierno". Ibarra aconseja a mujeres emprendedoras mantener su esencia y buscar alianzas. "Podemos hacer realmente alianzas increíbles de trabajo", afirma, mencionando a su socio actual. 

Destaca la educación, comunicación asertiva y ceder con sabiduría. "A veces el silencio te puede llevar mucho más al éxito", reflexiona, concluyendo que autenticidad y ser genuino son fundamentales.