Los 3 árboles nativos de BCS que sobreviven al calor extremo y viven cientos de años

Baja California Sur es hogar de especies vegetales excepcionales que han evolucionado para resistir las condiciones más extremas del desierto. Entre ellas destacan tres árboles nativos que no solo sobreviven al calor y la sequía, sino que pueden vivir más de 300 años.

3 árboles que resisten temperaturas extremas

1.- El cardón

El cardón (Pachycereus pringlei) es el cactus más alto del mundo y uno de los más emblemáticos del paisaje sudcaliforniano. Puede alcanzar más de 20 metros de altura y vivir hasta tres siglos, gracias a su capacidad para almacenar agua en su tallo masivo.

Su presencia es fundamental para la fauna local, que se refugia y alimenta de él.

2.- El torote blanco

El torote blanco (Bursera microphylla) también es un superviviente nato. Aunque más pequeño en estatura, destaca por su corteza blanca y retorcida, que refleja el sol y reduce la evaporación. Su floración en tonos amarillos y crema ocurre durante los meses más cálidos, atrayendo abejas y otros polinizadores.

3.- El encino negro

El encino negro (Quercus devia), por su parte, habita en la Sierra de la Laguna. Este árbol endémico crece lentamente, pero se convierte en un gigante longeva que puede vivir más de 300 años. Forma parte esencial del ecosistema de bosque de altura, donde regula la humedad y provee hábitat para aves y mamíferos.

¿Cómo es el clima y la vegetación de Baja California Sur?

Baja California Sur tiene un clima predominantemente árido y semiárido, con precipitaciones escasas y temperaturas que pueden superar los 40 °C en verano. Sin embargo, en regiones más altas como la Sierra de la Laguna, el clima se torna más templado, permitiendo el desarrollo de bosques de pino-encino.

La vegetación de la entidad es una de las más diversas del desierto mexicano: incluye matorrales xerófilos, cactáceas, y especies adaptadas a suelos pobres y baja disponibilidad de agua.

¿Cuáles árboles de BCS no levantan banquetas y por qué reforestar importa?

La urbanización acelerada en ciudades como La Paz, Los Cabos y Ciudad Constitución plantea un nuevo reto, cómo reforestar sin dañar infraestructura. Por ello, se está promoviendo el uso de especies nativas o adaptadas que tienen raíces poco agresivas, ideales para zonas urbanas. Algunas opciones son:

• Torote blanco: de crecimiento lento, con raíz no invasiva.

• Palo verde (Parkinsonia aculeata): resistente al calor y con copa amplia para sombra.

• Guayacán (Guaiacum coulteri): nativo, ornamental y con floración colorida.

Reforestar con estas especies no solo mejora el paisaje urbano, sino que ayuda a reducir la temperatura ambiental, captar CO2, favorecer la infiltración de agua al subsuelo y conservar la biodiversidad local. En un contexto de cambio climático, la vegetación urbana se convierte en una herramienta importante para mitigar sus efectos.

Además, elegir árboles nativos implica menos mantenimiento, mayor supervivencia y una mejor adaptación al entorno sudcaliforniano.