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Rentar en BCS ya cuesta más que en CDMX y Nuevo León: estos son los valores mínimos
Vivir frente al mar, ver atardeceres dorados y sentir la calma de Baja California Sur parece un sueño… hasta que llega la renta. Sus playas, su seguridad relativa y su creciente oferta turística han atraído a miles de personas de otras regiones y del extranjero.
En los últimos años, cada vez más familias sudcalifornianas se enfrentan a una realidad que antes parecía ajena: precios que rivalizan con los de las zonas más caras del país.
Lo que comenzó como una tendencia impulsada por el turismo y la llegada de nuevos residentes, hoy se ha convertido en una preocupación constante para quienes nacieron aquí y buscan simplemente un techo accesible.
BCS supera a CDMX y Nuevo León en costos de arrendamiento
De acuerdo con la exposición de motivos presentada por la diputada Alondra Torres García (PT), Baja California Sur ocupa actualmente el primer lugar nacional entre las entidades con los alquileres más altos del país, con un promedio de 26 mil 715 pesos mensuales, superando a Nuevo León (26 mil 535 pesos) y a la Ciudad de México (25 mil 615 pesos).
Aunque puede parecer una diferencia marginal, este incremento refleja una tendencia sostenida en la última década, el auge inmobiliario y turístico ha transformado el acceso a la vivienda en zonas urbanas como La Paz y Los Cabos, donde rentar una casa ya no es opción para muchos habitantes locales.
Rentas que superan los 100 mil pesos: el nuevo rostro de la gentrificación en BCS
En zonas periféricas de La Paz y San José del Cabo, las rentas rondan entre 10 mil y 15 mil pesos mensuales, mientras que en áreas exclusivas los precios pueden superar los 100 mil pesos, según detalla el documento legislativo.
El impacto económico de estos valores no es menor. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) recomienda que el gasto en vivienda no exceda el 30 % del ingreso familiar, algo que, como señala Torres García, es prácticamente imposible cumplir en el contexto sudcaliforniano actual.
El fenómeno no solo ha afectado a los trabajadores locales, sino que ha generado procesos de desplazamiento urbano y aumento de la desigualdad, un efecto visible de la gentrificación que comenzó tras la pandemia y que hoy es motivo de debate político.
¿Qué propone la nueva ley para regular la renta en Baja California Sur?
Para responder a esta crisis, el Partido del Trabajo impulsa la creación de la Ley para la Regulación del Arrendamiento Habitacional y Protección del Derecho a la Vivienda de Baja California Sur, una propuesta que busca establecer límites a los aumentos de renta basados en la inflación anual y frenar los procesos de gentrificación.
El modelo retoma la experiencia de la Ciudad de México, donde desde 2024 los incrementos no pueden rebasar el porcentaje del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Además, propone crear el Registro Estatal de Contratos de Arrendamiento Habitacional (RECAH-BCS), que obligaría a formalizar los contratos y eliminar cláusulas abusivas o que intenten evadir la regulación.
De aprobarse, Baja California Sur sería una de las primeras entidades del país con una ley específica para controlar el aumento de rentas, un paso considerado clave para proteger el derecho a la vivienda digna.
El valor por metro cuadrado en BCS ya rebasa los 39 mil pesos
El Indicador Banorte de Precios de Vivienda (Inbaprevi) confirma que el valor promedio por metro cuadrado en México alcanzó los 31 016 pesos en agosto de 2025, mientras que en Baja California Sur superó los 39 000 pesos, colocándola entre las entidades más caras del país.
Entre los factores que impulsaron este aumento están la vocación turística, la demanda internacional, el crecimiento económico local y la escasez de vivienda nueva. En Los Cabos, por ejemplo, la expansión del mercado de rentas vacacionales ha desplazado parte de la oferta destinada a residentes permanentes.
¿Qué podría cambiar si se aprueba la iniciativa en el Congreso de BCS?
El debate sobre la regulación de las rentas va más allá de la economía, plantea una discusión sobre quién puede permitirse vivir en el estado.
Baja California Surenfrenta un momento donde la gentrificación amenaza con redefinir el perfil social de ciudades como La Paz y Los Cabos, convirtiendo el sueño de “vivir frente al mar” en un privilegio reservado para unos cuantos.