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Vacaciones baratas en La Paz: playas, paseos y comida rica sin gastar de más
Por:Rosalva Castro
No hace falta gastar una fortuna para disfrutar del mar turquesa, los atardeceres dorados y la calidez del aire paceño. La Paz, capital de Baja California Sur, sigue siendo uno de los destinos más accesibles para quienes buscan descanso, naturaleza y sabor local sin vaciar la cartera.
¿Se puede disfrutar de la playa sin pagar en La Paz?
En La Paz, la mayoría de las playas son libre y de acceso gratuito. Es común que familias y viajeros lleguen desde temprano con sombrillas, toallas y hieleras, preparados para pasar el día entero frente al mar.
El agua transparente, la arena suave y el silencio del paisaje hacen que la experiencia se sienta como un lujo. Incluso en playas como Coromuel o La Concha, cercanas a la ciudad, el acceso es gratuito y hay espacio para todos.
La clave está en organizarse, llevar lo necesario y dejarse sorprender por lo que la naturaleza ofrece sin costo alguno.
¿Qué paseos y actividades se pueden hacer sin gastar mucho en La Paz?
La ciudad tiene su propio ritmo y encanto, y muchos de sus mejores momentos no necesitan inversión.
- Caminar por el malecón al atardecer, con la brisa marina y las esculturas que cuentan historias del mar, es una experiencia imperdible.
- También están los museos, como el de Arte de Baja California Sur, que ofrece entrada gratuita y salas frescas con exposiciones locales.
- Para quienes disfrutan del aire libre, hay cerros como El Atravesado o el Cerro de la Calavera desde donde se puede ver la ciudad desde lo alto sin pagar un solo peso.
- Además, en el malecón es posible encontrar paseos en lancha a precios accesibles, especialmente si se trata de recorridos compartidos para ver lobos marinos o visitar zonas cercanas.
¿Dónde se come bien y barato en La Paz?
La gastronomía local tiene fama de ser deliciosa, y afortunadamente también puede ser económica. En los mercados tradicionales, como el Madero o el Bravo, es posible comer mariscos frescos o guisos caseros sin gastar mucho.
A lo largo de la ciudad, sobre todo por las noches, aparecen puestos de hot dogs, tacos y antojitos que se han convertido en clásicos entre locales y visitantes.
Incluso algo tan simple como un raspado o una nieve frente al mar puede convertirse en un placer memorable.
