CDMX es la entidad con natalidad más baja de México: jóvenes ya no buscan ser padres

Cada vez más jóvenes en la Ciudad de México están tomando la decisión de no tener hijos, esta tendencia se refleja en los registros oficiales de natalidad, donde la capital del país se mantiene con las tasas más bajas de nacimientos a nivel nacional, de acuerdo con la Estadística de Nacimientos Registrados (ENR).

El fenómeno no es aislado ni responde a una sola causa pues detrás de esta decisión hay una combinación de factores económicos, emocionales, sociales y ambientales que han llevado a que la maternidad y paternidad queden fuera de los proyectos de vida de muchas personas jóvenes.

¿Qué dicen las cifras sobre la natalidad en la CDMX?

Los datos oficiales confirman que la Ciudad de México atraviesa un descenso sostenido en la natalidad pues de acuerdo con la Estadística de Nacimientos Registrados (ENR), la capital del país se colocó en 2024 como la entidad con la tasa de natalidad más baja de México, con registros por debajo del promedio nacional.

En el apartado de nacimientos registrados por entidad federativa según año de ocurrencia, la CDMX se mantiene en los últimos lugares a nivel nacional, lo que refleja que cada vez menos mujeres entre 15 y 49 años están teniendo hijos en la capital, en comparación con otras entidades del país .

La tendencia es aún más marcada en el caso de las adolescentes, se señala que la Ciudad de México presentó la menor tasa de nacimientos en madres de entre 10 y 17 años, colocándose como la entidad con menos partos registrados en este grupo de edad a nivel nacional .

Estos indicadores muestran un cambio profundo en los patrones reproductivos de la población joven capitalina. Mientras en otras entidades del país persisten tasas más altas de natalidad, incluida la maternidad adolescente, en la CDMX la decisión de no tener hijos o postergar la maternidad y paternidad se ha vuelto cada vez más común.

¿La economía sigue siendo el principal obstáculo para los jóvenes de CDMX?

Para muchos jóvenes, la falta de estabilidad económica es un factor determinante. Jesús Morales, de 31 años, explica que la decisión va más allá del dinero inmediato y se relaciona con la incertidumbre del futuro.

“Para mí hay varias razones, la primera más allá de lo económico, que sí es muy importante, es esta incertidumbre del futuro en el que yo no sé si tendré los medios, toda la infraestructura que implica tener un hijo”.

En una línea similar, Daniel Evangelista, de 32 años, señaló, “Creo que bajo mis condiciones materiales, no podría darle los privilegios que me gustaría, no tengo casa, el trabajo me absorbe la mayor parte del tiempo, no hay seguridad social y pues ya somos muchos en la ciudad”.

¿La salud emocional influye en la decisión de no ser padres en CDMX?

La reflexión sobre el bienestar emocional es otro punto clave, Jesús Morales también reconoce que no se siente preparado emocionalmente para asumir la crianza, “No sé si tenga las habilidades socioemocionales que se requieren para ser padre, sostenerme a mí en el sentido emocional no me es sencillo”.

Este argumento coincide con lo expuesto por la UNAM, que los jóvenes consideran que la crianza implica una responsabilidad emocional profunda y que no todas las personas están en condiciones de asumirla sin repetir patrones de violencia o abandono.

¿Ser mamá implica una carga mayor para las mujeres en CDMX?

Desde una perspectiva de género, María Hernández señala que la maternidad sigue representando una desventaja estructural para las mujeres, “Como mujer siento que es más difícil ser mamá, encontrar a alguien que se haga igual de responsable que tú, para que te dé la vida de poder seguir trabajando y no atarme solo al hogar”.

A esto se suma el temor de no poder ofrecer tiempo, estabilidad emocional y solvencia económica en un contexto cada vez más demandante.

¿La inseguridad y la ciudad influyen en la baja natalidad de CDMX?

Alan Cruz considera que la CDMX no ofrece condiciones óptimas para el desarrollo de una persona, “No me siento en una ciudad suficientemente segura ni con condiciones sociales para el desarrollo de una persona en condiciones óptimas”.

Este miedo es compartido por mujeres jóvenes que, de acuerdo con la UNAM, temen criar hijas o hijos en un entorno marcado por la violencia, el acoso y la falta de protección.

¿Tener hijos ya no es parte del proyecto de vida?

Para muchas y muchos jóvenes, la maternidad y paternidad ya no son una meta automática. En su lugar, priorizan el desarrollo profesional, la estabilidad económica, la salud mental, la autonomía y nuevas formas de cuidado y comunidad.

Como señala el análisis de la UNAM, se trata de una generación que piensa, cuestiona y decide a partir del contexto que habita, consciente de que tener hijas o hijos implica una responsabilidad que no todas las personas están dispuestas, o en condiciones, de asumir.