CDMX sin ciclovías: fotos del antes y después del ciclismo urbano
Las calles de la Ciudad de México no siempre tuvieron ciclovías ni bicicletas públicas. Durante décadas, la bici fue vista más como un juguete que como un vehículo real. Pero eso ha ido cambiando con el tiempo, y recientemente se celebró el Día Mundial de la Bicicleta y es un buen momento para mirar atrás y entender cómo llegamos hasta aquí.
Cabe mencionar que el pasado 3 de junio, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó el Plan Ciclista, un programa que busca fortalecer la movilidad en dos ruedas. El plan contempla más ciclovías, mejor infraestructura, educación vial y la promoción del ciclismo urbano y deportivo.
¿Cuál fue la primera ciclovía en la CDMX?
Aunque hoy la red de ciclovías recorre gran parte de la capital, no siempre fue así. La primera ciclopista oficial fue inaugurada en 2004 por el entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
Se construyó sobre la antigua vía del ferrocarril México-Cuernavaca, cruzando desde Polanco hasta Tlalpan. Aquel tramo marcó un antes y un después en la movilidad capitalina.
¿Qué papel han jugado las políticas públicas?
En 2007, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) se convirtió en la encargada de impulsar la movilidad sustentable. Desde entonces, ha trabajado con especialistas nacionales e internacionales para implementar políticas que favorezcan el uso de la bicicleta como medio de transporte.
Gracias a esos diagnósticos técnicos y geográficos, se puso en marcha el sistema de bicicletas públicas ECOBICI, el Paseo Dominical Muévete en Bici y se consolidaron nuevas ciclovías.
Una de las más icónicas es la de Paseo de la Reforma, implementada en 2010, el mismo año en que la bici fue integrada formalmente al Reglamento de Tránsito como un vehículo de movilidad.
¿Quiénes impulsaron el cambio en Movilidad?
El crecimiento del ciclismo urbano no fue solo mérito del gobierno. La ciudadanía ha sido clave. Activistas, colectivos ciclistas y miles de usuarios cotidianos empujaron esta transformación.
Según datos del propio gobierno capitalino, los viajes en bicicleta aumentaron un 25% en tan solo ocho años (hasta 2017). Esa cifra da una idea del cambio cultural que ha ocurrido en la ciudad.
Además, el 48% de los primeros usuarios de ECOBICI eran peatones que decidieron cambiar sus hábitos de movilidad, una señal clara de cómo la bicicleta dejó de ser un lujo o una ocurrencia para convertirse en una opción real de transporte.
¿Por qué es importante seguir apostando por la bicicleta en CDMX?
En una ciudad tan grande y congestionada como la CDMX, la bicicleta representa más que una alternativa, es una solución. No contamina, ocupa poco espacio, mejora la salud y reduce el estrés vial. Pero para que más personas se animen a pedalear, se necesita infraestructura segura, educación vial y políticas que garanticen su uso.