Llegan jinetes a la Basílica de Guadalupe de CDMX en su tradicional peregrinación

Decenas de jinetes provenientes de Cuajimalpa, Iztapalapa, Milpa Alta y del estado de Morelos arribaron este jueves a las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe como parte de su tradicional peregrinación anual en honor a la Virgen de Guadalupe, que este año celebra su edición número 33.

¿Cómo la peregrinación a caballo muestra la fe por décadas a la Basílica de Guadalupe? 

La mayoría de los contingentes iniciaron su trayecto desde la tarde del miércoles, alrededor de las 2:00 de la tarde, emprendiendo largas rutas a caballo con la única guía de su fe y devoción hacia la morenita del Tepeyac.

Entre los participantes hay quienes viajaron para agradecer favores recibidos, mientras otros lo hicieron para pedir salud, trabajo y bienestar para sus familias, manteniendo viva una tradición que trasciende por generaciones.

¿Cambios en la ruta por obras en el Parque del Mestizaje en la zona de la Basílica de Guadalupe? 

Debido a la remodelación del Parque del Mestizaje, punto donde normalmente se reagrupaban antes de continuar su camino, este año los grupos fueron redirigidos al Deportivo 18 de Marzo, ubicado también en la alcaldía Gustavo A. Madero.

En este espacio, autoridades capitalinas habilitaron un área especial destinada al descanso de los jinetes, así como zonas de hidratación, resguardo y cuidado veterinario básico para los caballos.

Personal de seguridad y apoyo logístico se mantuvo en el lugar para garantizar un desplazamiento ordenado, además de coordinar el flujo de peregrinos hacia la Basílica y evitar afectaciones mayores a la circulación en la zona norte de la ciudad.

Inicio de las peregrinaciones Guadalupanas rumbo al 12 de diciembre

La llegada de estos grupos marca formalmente el arranque de las peregrinaciones masivas que cada año anteceden a las celebraciones guadalupanas del 12 de diciembre, una de las tradiciones religiosas más arraigadas en México.

Para muchos fieles, la cabalgata no solo simboliza devoción, sino también un acto comunitario que une a pueblos y barrios enteros alrededor de la fe.

A lo largo de las próximas semanas, miles de personas de distintas regiones del país continuarán arribando al santuario mariano, reforzando un legado cultural que permanece vivo en cada paso y en cada galope rumbo al Tepeyac.