VIDEO | Perrito callejero paga con piedras su comida en local en CDMX
Nadie se resiste a una deliciosa hamburguesa, ni los lomitos. Ahora las redes sociales son testigo de como un perrito se hace un cliente muy fiel de un local de hamburguesas, a donde todos los días de manera puntual llega para realizar su compra, de manera muy especial y original
¿Cómo es el video dónde un perrito compra una hamburguesa con piedras en CDMX?
Por medio de videos publicados en su cuenta de TikTok, el usuario @_alonso88mtz, ha compartido que desde hace un par de semanas, un perrito callejero, recién bautizado como Esmashito, llega a su local, en Tláhuac, alcaldía de la Ciudad de México, donde comenzó la construcción de una nueva Utopía, deja una piedra en la puerta, como si fuera una valiosa moneda o el tesoro más preciado y espera una hamburguesa.
En la primera grabación muestra como de ser un día tranquilo y sin clientes, un lomito llegó al local, se paró en la entrada y dejó una piedra, mientras que el dueño del lugar, conmovido, aceptó y procedió a prepararle su hamburguesa, mientras el perrito espera ilusionado la entrega de su comida.
Pero cuando decimos que el lomito se hizo un cliente fiel, es literal, pues esta acción la ha venido repitiendo desde ese día, en ocasiones llega acompañado de otros perrito.
Incluso ya es reconocido como un cliente asiduo, que fue bautizado como Esmashito, y se le compró un collar que lo identifica y con la dirección del local en caso de extravió.
¿Cuál ha sido la reacción en redes sociales?
Este gesto de bondad y lealtad rápidamente se ha ganado el corazón de los ciberusuarios, quienes han viralizado el momento, logrando que los videos obtengan más de un millón de reproducciones, así como miles de comentarios, resaltando la gentileza del dueño del local, la paciencia para tratar al perrito y sobre todo agradeciendo que cuidará del perrito.
Muchos otros usuarios han comentado que le falta un refresco bien frío o que el tamaño de la hamburguesa dependerá del tamaño de la piedra.
Este video es una muestra de la ternura y bondad de los animales, quienes gracias a una reforma aprobada por el Congreso de la CDMX ya son considerados seres sintientes.