Descubre el mausoleo del Panteón Santiago en Saltillo, réplica del Santuario de Guadalupe
En una ciudad donde las historias antiguas se entrelazan con el polvo del desierto, Saltillo, tierra de leyendas, guarda entre sus panteones una de las narraciones más fascinantes de su pasado.
En el antiguo Panteón de Santiago, se levanta un mausoleo imponente que, por su arquitectura y majestuosidad, recuerda al Santuario de Guadalupe. Bajo su cúpula descansa don Dámaso Rodríguez González, un próspero comerciante del siglo XIX cuya vida estuvo marcada por el trabajo, la bonanza… y un hallazgo que cambiaría su destino para siempre.
¿Quién fue don Dámaso Rodríguez González?
De acuerdo con el señor Oscar Rodríguez Dávila, bisnieto de don Dámaso y residente en Ciudad de México, su ancestro fue un hombre visionario que destacó en el comercio, la agricultura, la ganadería, la minería y la construcción.
Fue uno de esos saltillenses cuya labor ayudó a consolidar el crecimiento económico de la región en una época de grandes transformaciones. Sin embargo, el origen de su fortuna no provino de los negocios, sino de un golpe inesperado de suerte que hoy forma parte del imaginario popular de la ciudad.
¿Cómo comenzó la fortuna de los dos pastorcitos?
Según narró Rodríguez Dávila, en su juventud, don Dámaso y su inseparable amigo Marcelino Garza eran humildes pastorcitos que cuidaban un hato de chivas al sur de Saltillo, por el rumbo del Fortín de Carlota.
Un día, mientras pastoreaban, notaron un pedazo de cuero medio enterrado entre los matorrales. Al escarbar, descubrieron que se trataba de varias talegas repletas de monedas de oro.
El inesperado hallazgo los convirtió en hombres acaudalados de la noche a la mañana. Esa riqueza, producto del azar, fue el punto de partida de una vida próspera y de una huella imborrable en la historia saltillense.
Sin embargo, familiares aseguraron que esta versión es totalmente un mito, ya que ambos llegaron a Saltillo provenientes de Monterrey, Nuevo León en búsqueda de nuevas oportunidades. Lo que sí afirmaron es que modernizaron la ciudad con imponentes edificios.
¿Qué hicieron con la riqueza encontrada?
Con parte de su fortuna, los jóvenes fundaron el Banco de Coahuila, considerado en su tiempo el edificio más hermoso de la ciudad. La construcción se levantó en el predio donde antes se encontraba el mercado conocido como El Parián, entre las calles Victoria, Allende, Juárez y Morelos, en pleno corazón de Saltillo.
Ambos amigos destinaron también una parte importante de su riqueza a la construcción del Santuario de Guadalupe, un templo que soñaban ver concluido, aunque el destino no les permitió hacerlo.
¿Por qué su mausoleo es tan especial?
Tras la muerte de don Dámaso, su esposa doña Dolores Fuentes ordenó construir un mausoleo en el Panteón de Santiago, inspirado en el mismo santuario que él ayudó a financiar. Su diseño y ornamentación reflejan el esplendor de una época en la que la fe y la prosperidad se entrelazaban.
Como muchas fortunas del siglo XIX, la riqueza de los Rodríguez-Garza se perdió entre los tumultos de la Revolución Mexicana, víctima de saqueos y desmanes.
Sin embargo, el mausoleo de don Dámaso sigue en pie, recordando a los visitantes del Panteón de Santiago que en Saltillo, tierra de leyendas, los mayores tesoros pueden surgir del polvo del camino y perdurar más allá del tiempo.