En visita a Saltillo, Chef Herrera llama a derribar la xenofobia en la gastronomía de México
En su más reciente visita a Saltillo, Coahuila, el chef Adrián Herrera, ampliamente reconocido por su participación como juez en Máster Chef México y por ser un referente de la cocina norestense, hizo un llamado a la apertura cultural dentro de la gastronomía mexicana, ya que aseguró que cerrar la puerta a influencias externas limita el crecimiento culinario y contradice la esencia misma de la cocina nacional, que históricamente ha sido resultado de fusiones.
¿Por qué abrir un restaurante no es para todos?
En este sentido abordó el tema sobre la complejidad del sector restaurantero, al que describió como un camino lleno de retos y sacrificios.
“Abrir un restaurante no es sencillo. Hay que considerar la mano de obra, el concepto, la ubicación. Llevo más de 20 años en esto y créame, no es para todos”, señaló.
Explicó que muchos negocios fracasan no porque falte talento culinario, sino por deficiencias en la administración o por expectativas poco realistas sobre la rentabilidad.
“Yo soy cocinero y creativo, no inversionista. Si tuviera capital, pondría puestos de carne en todos lados, pero este medio es complicado y exige más que solo pasión”, afirmó.
¿Cómo influyen las nuevas generaciones y migraciones en la cocina?
Asimismo, recalcó que las personas que llegan de otras regiones y países a trabajar en el ámbito gastronómico. A su juicio, esta diversidad aporta ideas frescas y enriquece las propuestas locales.
“Está viniendo gente de otras partes y eso ayuda. No hay que ponernos xenofóbicos. Al contrario, debemos aceptar esas influencias externas porque la cocina mexicana se ha vuelto muy cerrada en algunos aspectos”, comentó.
¿La cocina mexicana es realmente una cocina de fusión?
Respecto a la identidad de la gastronomía nacional, insistió en que esta se ha construido históricamente gracias a la mezcla de culturas.
“La cocina mexicana es una de las primeras cocinas de fusión en el mundo. Desde sus orígenes asimiló ingredientes y técnicas de distintas civilizaciones, y eso es lo que la hace tan grande”, explicó.
Para el chef, negarse a incorporar nuevas ideas o ingredientes sería desconocer la propia historia culinaria del país. “No se trata de perder lo que somos, sino de fortalecerlo. Deberíamos estar trayendo más gente de fuera, porque eso enriquece nuestra cultura y nuestra cocina”, concluyó.