La Zona del Silencio sus sorprendentes hallazgos de fósiles
La Zona del Silencio ubicada en el Bolsón de Mapimí, esta rodeada de muchos misterios y enigmas, por lo que este lugar, hace que muchos curiosos del fenómeno ovni lo visiten anualmente.
Y es que desde su descubrimiento en la década de los 60, se dieron cuenta que en este lugar no llegaba la señales electromagnéticas, además conforme se fue estudiando se encontraron flora y fauna que solamente se encuentra en este lugar como el caso de la tortuga.
La Zona del Silencio sus sorprendentes hallazgos de fósiles
Pero sin duda, uno de los hallazgos que se encontrados en esta zona, son los fósiles marinos pues esta zona, según los científicos formó parte del Mar de Thetis, hace más de 200 millones de años, marcando la historia y la geografía del planeta.
Aquí se han encontrado conchas y caracoles, mismos que eran comunes en la era en el citado mar que existió entre las eras Mesozoica y Cenozoica.
Estos fósiles se encuentran dispersos por la región, especialmente en áreas donde la erosión ha expuesto las capas sedimentarias que los contienen.
¿De cuándo datan estos fósiles encontrados en la Zona del Silencio?
En la Zona del Silencio, se han encontrado diversos fósiles marinos que datan de hasta 60 millones de años, y con ello, se puede dar cuenta del tipo de flora y fauna marina.
Se han logrado recolectar y estudiar fósiles de pescados, así como algas marinas fosilizadas y plantas.
Pero también en estos lugares se han encontrado diferentes especies de dinosaurios, por lo que los paleontólogos no los han movido, y solo han fotografiado ya que es complejo moverlos de su lugar.
Caída de meteoritos en la Zona del Silencio
Pero además de los fósiles, también se han encontrado restos de meteoritos, pues se dice que la Zona del Silencio tiene la capacidad de atraerlos.
Uno de los meteoritos cayó en esta zona el 8 de febrero de 1969, al cual llamaron “Meteorito de Allende”, fue clasificado como condrita carbonácea, con una edad de aproximadamente 13 mil millones de años.
Otro registro de una caída de meteorito fue el 10 de febrero de 1970, cerca del poblado de Yermo, ubicado en Mapimí y estaba compuesto de hierro y níquel y uno de los fragmentos se exhibe en la escuela de minería de la Ciudad de México.