Edomex enfrenta más abandono escolar por retos económicos y falta de apoyo vocacional según INEGI

Debido a la presión económica y la carencia de apoyo vocacional, el abandono escolar en el Estado de México ha mostrado cifras preocupantes durante el ciclo 2023-2024.

Según el INEGI, 120 mil 265 alumnos dejaron sus estudios en todos los niveles educativos, de los cuales 77 mil 065 corresponden al nivel medio superior, lo que representa el 11.7%.

¿Qué factores impulsan a los jóvenes a dejar la escuela?

Los estudiantes enfrentan diversas barreras que dificultan su permanencia en las aulas. La falta de recursos, la necesidad de trabajar y la ausencia de orientación vocacional son problemas recurrentes que limitan el desarrollo académico y personal.

Además, en municipios con altos índices de marginación, el riesgo de involucrarse en actividades delictivas aumenta entre quienes abandonan sus estudios.

¿Cuáles son los principales obstáculos del abandono escolar?

Los factores que influyen en la deserción pueden dividirse en tres categorías:

• Socioeconómicos: bajos ingresos familiares, necesidad de generar recursos, falta de apoyo del tutor.

• Sociales: violencia, consumo de drogas o alcohol, desinterés de los padres.

• Personales o psicológicos: desmotivación, problemas de conducta, dificultades de concentración.

Estos elementos generan un entorno que dificulta la permanencia de los alumnos en las escuelas y afecta directamente su futuro académico y laboral.

¿Qué papel juegan las escuelas y los docentes en la retención estudiantil?

La labor docente es fundamental para evitar la deserción escolar. Muchas instituciones carecen de estrategias efectivas para motivar a los jóvenes, y en algunos casos los estudiantes son tratados como clientes, priorizando la mercadotecnia sobre la educación.

¿Cómo pueden las familias y estudiantes enfrentar este problema?

La clave para reducir el abandono escolar radica en la orientación temprana y el acompañamiento familiar. Detectar señales de desmotivación, brindar apoyo económico y emocional, así como fomentar la participación activa en la elección de su formación vocacional, puede ayudar a los jóvenes a completar sus estudios y acceder a mejores oportunidades en el futuro.