Ernesto Zepeda celebra millonaria victoria legal contra Livia Brito tras cinco años de batalla
El fotógrafo Ernesto Zepeda celebró una victoria judicial tras cinco años de litigio contra la actriz Livia Brito, cuyo caso culminó con la Suprema Corte desechando su recurso de revisión, confirmando una indemnización por daño moral.
El conflicto inició en junio de 2020 en Cancún, cuando Zepeda fue agredido y despojado de su equipo mientras fotografiaba a Brito y su entonces pareja, Mariano Martínez.
Tras una demanda presentada en 2021 y una sentencia inicial en 2023, Brito apeló, pero la resolución definitiva del 25 de junio la obliga a pagar cerca de 1.23 millones de pesos.
¿Qué significa la victoria de Ernesto Zepeda en el caso contra Livia Brito?
Ernesto Zepeda relató en la entrevista que el 28 de junio marca cinco años desde que fue golpeado y robado por Livia Brito y Mariano Martínez en una playa de Cancún, un incidente que dejó cicatrices físicas y daños a su equipo.
La Suprema Corte, al desechar el amparo de Brito, confirmó la sentencia de indemnización de 1.23 millones de pesos, de los cuales Zepeda estima que podría recibir la mitad tras deducir gastos legales. Según sus palabras, este fallo cierra todas las instancias legales, dejando a Brito y Martínez la responsabilidad de acordar el pago conjunto.
Zepeda destacó la importancia de este precedente: “No podemos permitir que nos violenten”, subrayando que el caso protege el trabajo periodístico en espacios públicos frente a la privacidad de figuras públicas.
¿Cómo defiende Zepeda su profesión de paparazzi?
Zepeda enfrentó un proceso largo, agravado por la apelación de Brito, quien intentó retratar el caso como un debate nacional sobre privacidad, según sus publicaciones en Instagram. A pesar de rumores sobre juzgados cerrados por huelgas o vacaciones, Zepeda aclaró que la Suprema Corte continuó activa, permitiendo la resolución.
Respondiendo a críticas sobre la dignidad de su trabajo, afirmó: “Tomar a una figura pública en un lugar público es válido; la privacidad aplica en espacios privados”, justificando su labor como parte del espectáculo y una ventana para el público antes de las redes sociales.