Fallece Björn Andrésen, “el chico más bello del mundo”, actor sueco que marcó el cine del siglo XX
Björn Andrésen (1955-2025), el rostro andrógino que obsesionó a generaciones en "Muerte en Venecia", ha fallecido, dejando una historia agridulce en el cine.
Nacido el 26 de enero de 1955 en Estocolmo, su vida se definió por un rol a los 15 años: Tadzio, el adolescente polaco cuya belleza hechiza al compositor Gustav von Aschenbach (Dirk Bogarde) en la adaptación de Thomas Mann por Visconti.
La cinta, presentada en Cannes 1971, ganó elogios (Palma de Oro) pero marcó a Andrésen con un apodo que lo persiguió: "el chico más bello del mundo", acuñado por Visconti en prensa.
Confirmado por Kristina Lindström, codirectora del documental sobre su vida, su muerte el 25 de octubre cierra un capítulo de trauma.
¿Cómo surgió su fama en "Muerte en Venecia"?
A los 15, Andrésen fue elegido de 2.000 candidatos por Visconti para encarnar la belleza efímera de Tadzio, basada en la novela de Mann (1912). Filmada en Venecia, la cinta (coproducción franco-italiana) explora obsesión, decadencia y mortalidad, con Andrésen en tomas icónicas como la playa o el vapor.
Visconti lo describió como "perfecto", pero el rodaje fue traumático: "Me trataron como un animal exótico enjaulado", dijo Andrésen.
La fama lo llevó a Japón como ídolo pop, pero también a aislamiento: depresión, adicciones y rechazo de Hollywood. Físicamente, no me pasó nada, pero fue desagradable", relató en el documental "El chico más bello del mundo", dirigido por Lindström y Kristian Petri, donde denunció la sexualización precoz.
Su imagen andrógina influyó en la estética "bishōnen" japonesa y cine queer, pero lo estigmatizó: "Me arruinó la vida decentemente".
¿Cómo fue la vida de Björn Andrésen?
Estudió música, compuso y enseñó piano, viviendo discretamente en Suecia. Casado con la poeta Susanna Román (divorciado), tuvo un hijo fallecido a los 9 meses y una hija, Robine, quien confirmó su muerte. Lindström lo recordó como "valiente".
Su legado: un símbolo de belleza frágil y trauma infantil en Hollywood, inspirando debates sobre explotación. No hay causa oficial; su muerte, a los 70, cierra una vida marcada por el cine que lo eternizó y destruyó.