Juan Gabriel y “La Guadalupana”: la versión que México recuerda cada 12 de diciembre
El 12 de diciembre México despierta cantando “Desde el cielo una hermosa mañana…” y, sí, el meme de Itatí Cantoral vuelve a romper TikTok. Pero cuando la fe se impone al humor, la versión que millones guardan en el alma es la de Juan Gabriel.
El 12 de diciembre de 1998, en la Plaza México, el "Divo de Juárez" apareció con su capa negra-roja y ofreció una “Guadalupana” que se convirtió en tradición nacional: arreglos orquestales grandiosos, interpretación impecable y una entrega emocional que solo él podía transmitir.
El video, rescatado año tras año, ya forma parte del ritual guadalupano tanto como las mañanitas mismas.
¿Cómo fue la legendaria interpretación de Juan Gabriel en 1998?
La presentación tuvo lugar en la Plaza de Toros México, un 12 de diciembre de 1998, cuando Juan Gabriel apareció envuelto en una capa negra con interior rojo, traje brillante y esa sonrisa que ya era parte de su leyenda.
Para aquella noche preparó un arreglo extendido con metales, mariachi y coros, una lectura mucho más épica que la versión tradicional de Esperón-Cortázar.
El momento decisivo llegó cuando entonó el icónico “la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac”. La plaza entera respondió con un coro masivo y un emocionante ¡olé! que quedó registrado como uno de los grandes episodios de devoción popular ligados a su figura.
Cada diciembre, el video completo supera con facilidad los 10 millones de reproducciones en plataformas digitales. Entre los comentarios más repetidos en 2025 destacan frases como “Itatí es meme, pero esta es la oficial” y “Juanga cantando a la Virgen es otro nivel de devoción”.
¿Cuál es la canción que Juan Gabriel dedicó exclusivamente a la Virgen de Guadalupe?
Además de interpretar “La Guadalupana”, Juan Gabriel compuso “La mujer que yo amo” pensando directamente en la Virgen de Guadalupe. La presentó por primera vez en vivo en la Basílica y la incluyó en el álbum Gracias por Esperar(1994). La letra es una declaración de fe y agradecimiento:
- “La mujer que yo amo no tiene trono ni corona, pero es humilde y sencilla, pero reina en mi persona…”
