Judas Priest 'ruge' en la Arena Monterrey
Judas Priest demostró por qué sigue siendo un ícono indiscutible del heavy metal. Anoche, ante una Arena Monterrey repleta y eufórica, la agrupación ofreció un poderoso concierto como parte de su gira “Invincible Shield World Tour”, dejando claro que la edad no es impedimento para mantener viva la llama del metal.
¿Cómo fue el arranque del show?
Eran las 21:20 horas cuando una gran manta negra cayó del escenario, revelando a la banda lista para desatar una tormenta de riffs, agudos y baterías atronadoras.
El inicio de este concierto resultó demoledor, con temas como “Panic Attack” y “Rapid Fire”, que encendieron de inmediato a los miles de fanáticos presentes. La respuesta fue inmediata: puños en alto, gritos y cánticos que acompañaron cada nota.
Rob Halford, nombrado por sus fans como “El Dios del Metal”, fue recibido con ovaciones. A sus 73 años, Halford demostró que su voz sigue intacta, alcanzando los altos rangos vocales que lo caracterizan.
¿Qué canciones formaron parte del repertorio?
El concierto estuvo repleto de clásicos, pero también hubo espacio para nuevas canciones. “Breaking the Law”, “Painkiller” y “Electric Eye” desataron la locura, coreadas al unísono por la multitud.
Estos temas, pertenecientes al más reciente álbum “Invincible Shield”, reafirmaron el poder creativo de la banda, que no se conforma con vivir del pasado.
Además, los músicos mostraron su maestría individual y colectiva. Glenn Tipton y Richie Faulkner en las guitarras, Ian Hill en el bajo y Scott Travis en la batería ofrecieron ejecuciones impecables, haciendo vibrar cada rincón de la Arena Monterrey.
¿Qué dejó Judas Priest al presentarse nuevamente en Monterrey?
Más allá de un concierto, Judas Priest brindó una experiencia cargada de nostalgia, fuerza y pasión. La energía que transmitieron fue contagiosa, y la comunión entre banda y público se mantuvo de principio a fin.
Los regios fueron testigos de una noche inolvidable, una celebración del heavy metal que revalidó el legado de una de sus bandas más importantes.
Sin duda, el paso de Judas Priest por Monterrey no solo fue un concierto más, sino una reafirmación de que el metal tiene voz, y esa voz es la de Rob Halford.