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Donald Trump busca alto el fuego inmediato: “No estaré feliz si no es hoy”
Por:Italia González
Durante una conferencia con la prensa a bordo del Air Force One, a menos de dos horas de aterrizar en Anchorage, Donald Trump afirmó que quiere ver un alto el fuego “rápidamente” entre Rusia y Ucrania, advirtiendo que “no estará feliz” si no ocurre hoy.
Aseguró que Europa no influye en sus decisiones, aunque participará en el proceso junto a Volodímir Zelensky.
También sostuvo que EE. UU. está recibiendo “grandes y hermosos cheques” de la OTAN por el suministro de armas, pero recalcó que su prioridad es “detener la matanza”.
¿Por qué Donald Trump viajó a Anchorage?
El presidente de Estados Unidos tendrá una reunión, prevista para las 11:30 hora local en la base aérea de Elmendorf, donde será el primer encuentro cara a cara entre Trump y Putin desde 2019 y la primera vez que el líder ruso pisa territorio occidental desde que ordenó la invasión de Ucrania en 2022.
El evento tiene lugar en un contexto de máxima tensión: las fuerzas rusas han ganado terreno en los días previos, y la comunidad internacional sigue dividida sobre las condiciones de un posible alto el fuego.
¿Cuáles son las expectativas de Trump para este encuentro?
Trump aceptó la reunión a sugerencia de Putin y ha advertido que podría terminarla “en cuestión de minutos” si el presidente ruso no muestra disposición a comprometerse. Según dijo, hay “una de cuatro” posibilidades de que el diálogo fracase.
En caso de que sea un encuentro productivo, Trump sostiene que la paz podría llegar “en un futuro muy cercano” y que buscará presentarse como artífice de ese logro, con miras incluso a una candidatura al Premio Nobel.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, no fue invitado a esta reunión y ha rechazado públicamente cualquier presión para ceder territorios ocupados por Rusia.
Donald Trump ha señalado que cualquier acuerdo final se definirá en una futura reunión tripartita para “dividir” las zonas en disputa, un plan que genera rechazo en Kiev y desconfianza en varias capitales europeas.
