Redada en planta de Hyundai en Georgia deja más de 450 detenidos

Más de 450 personas fueron detenidas durante una redada realizada por las autoridades de inmigración de Estados Unidos en una planta de Hyundai ubicada en el estado de Georgia, según informaron agencias federales involucradas en la operación.

La instalación, de más de 12,000 metros cuadrados, se construyó para la producción de vehículos eléctricos y llevaba un año en funcionamiento.

¿Cuál fue el motivo de la redada?

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que la orden de registro se ejecutó por presuntas prácticas laborales ilegales y otros delitos federales graves.

Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) señalaron que la investigación duró varios meses, durante los cuales recopilaron pruebas, realizaron entrevistas y presentaron documentación ante un tribunal para obtener la orden.

De las 475 personas detenidas, la mayoría eran ciudadanos surcoreanos, según ICE. 

Los detenidos se encuentran bajo custodia de la división de aplicación de la ley y deportación de ICE y fueron trasladados a un centro de procesamiento en Folkston, Georgia, para luego determinar su destino individual. 

El agente especial Steve Schrank describió la operación como la mayor acción de control migratorio en un solo lugar en la historia de investigaciones de seguridad nacional.

¿Cuál ha sido la reacción de Corea del Sur y Hyundai?

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur calificó la detención como una "injerencia injusta" y anunció el envío de diplomáticos para proteger los derechos e intereses de sus ciudadanos. 

Hyundai Motor Company aclaró que ninguno de los detenidos trabaja directamente para la empresa y que la compañía está trabajando para esclarecer los hechos.

Asimismo, enfatizó que la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores es una prioridad.

La planta de Hyundai había sido presentada por el gobernador de Georgia, Brian Kemp, como el mayor proyecto de desarrollo económico del estado, con la creación de 1,200 empleos. 

La operación también paralizó la construcción de una planta de baterías adyacente, mientras que empresas surcoreanas se comprometieron a invertir miles de millones de dólares en la economía estadounidense en los próximos años.

En redes sociales se difundieron videos de agentes alineando a los trabajadores y mostrando la orden de registro, reflejando la magnitud y organización de la operación. 

Esta acción se enmarca en la política migratoria de deportaciones masivas impulsada por el gobierno estadounidense, aunque priorizando a quienes hayan cometido delitos.