Campo poblano en alerta: presa de Valsequillo está a 37% de su capacidad
La presa de Valsequillo en la ciudad de Puebla, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua para el agro poblano, se encuentra a 37 por ciento de su capacidad.
Lo anterior se desprende del Monitoreo de las Principales Presas de México, del Sistema Nacional de Información de Agua, perteneciente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
¿Cuántas presas tiene Puebla?
En total, la entidad cuenta con 5 presas. Además de la Ávila Camacho, popularmente conocida como Valsequillo, también existen las presas de La Soledad, en Tlatlauquitepec; Nexapa, en Tlaola; Necaxa, en Juan Galindo, y Tenango, en Huauchinango.
Estoy pone en una situación crítica para el agro poblano, ya que a los lados del dren de Valsequillo, el canal de riego de la presa que mide unos 100 kilómetros de longitud, se encuentran unas 150 mil hectáreas de tierras cultivables que podrían perder su producción.
De esa cantidad de tierra dependen unas 700 mil personas, habitantes del corredor agropecuario de Tepeaca-Tecamachalco-Tehuacán.
¿Cuándo se recuperará la presa de Valsequillo?
De acuerdo con la información de la Conagua, la sequía de 2023 hizo que la presa de Valsequillo llegará sólo 28 por cierto de su capacidad, recuperándose hacia finales de año hasta alcanzar un 73 por ciento.
Pero en los últimos 2 años, el nivel de la presa ha llegado solo al 43 por ciento, a pesar de las temporadas de lluvias.
¿Consecuencias por escasez en las presas?
La situación de la captación de aguas en Puebla ha empeorado, no sólo por la ausencia de lluvias, sino también por la alarmante sobreexplotación de mantos freáticos, así como a la falta de políticas públicas eficientes para la gestión de los recursos hídricos
Así, los escenarios a corto plazo son:
- Pérdida en los volúmenes de producción de maíz, frijol, alfalfa, brócoli y zanahoria. Estás dos última hortalizas son de exportación a Estados Unidos.
- Aumento de costos. La dependencia de agua de pozos profundos elevará los gastos de producción, presionando los precios de alimentos.
- Conflictos sociales. Organizaciones campesinas de la región retomarán sus protestas para obtener agua, como los labriegos de Palmar de Bravo, que exigen que no se le entregue agua de riego a la planta cementera Cruz Azul.
- Descenso económico. De acuerdo con datos del INGI, este corredor genera más de 30 por ciento de la producción agroalimentaria del estado, lo que obligaría a los consumidores a buscar otros mercados de productos.
- Migración. La zona también es fuerte expulsora de migrantes a los Estados Unidos.
- Desertificación. Un campo seco y en el abandono podrá convertir en desierto lo que ahora son tierras cultivables.
De ocurrir este escenario en los próximos dos ciclos agrícolas, más de 200 mil familias poblanas serían perjudicadas