El pueblo mágico de Hidalgo donde puedes explorar minas antiguas

Mineral del Chico, en Hidalgo, es un Pueblo Mágico lleno de historia minera y rodeado de naturaleza exuberante. 

Fundado en 1565 tras el descubrimiento de vetas de plata, esta localidad floreció con más de 300 minas operativas, consolidándose como una de las zonas mineras más productivas del siglo XVI.

¿Dónde visitar minas antiguas en Mineral del Chico?

Una de las principales atracciones turísticas es la Mina San Antonio, ubicada a apenas 2 km del centro, junto al Corredor Turístico Río del Milagro. 

Esta antigua mina, en operación por más de 400 años desde 1565, fue recientemente reacondicionada para el turismo.

Ofrece recorridos guiados por sus tres niveles y túneles donde se identifican minerales como plata, pirita y cuarzo, y se narran leyendas de mineros locales. 

Los visitantes reciben casco, lámpara e ingresan por puentes colgantes y escaleras de madera seguras.

Otra opción es la Mina La Guadalupe, ubicada dentro del Río El Milagro, también habilitada para visitas. 

El recorrido incluye información sobre el proceso de extracción del metal y exhibición de minerales, todo acompañado de guías especializados.

¿Qué más ofrece este Pueblo Mágico?

Mineral del Chico está rodeado por el Parque Nacional El Chico, reserva natural de cerca de 2,739 hectáreas declarada parque nacional en 1982. 

En sus montañas boscosas se pueden practicar ecoturismo y deportes de aventura como senderismo, escalada, rappel, tirolesas y ciclismo de montaña, aprovechando más de 200 formaciones rocosas conocidas como Las Ventanas y Peña del Cuervo.

La cabecera municipal conserva el encanto colonial con calles empedradas, casas con techos rojizos y construcciones como la Parroquia de la Purísima Concepción, de estilo neoclásico. 

En el centro también se encuentra el Museo de Minería, que alberga más de 350 piezas históricas, herramientas, planos y fotografías del periodo minero.

Asimismo, Mineral del Chico ofrece una experiencia gastronómica regional auténtica; en el centro del pueblo y en los alrededores del parque, se pueden degustar platillos tradicionales como barbacoa de borrego, sopa de hongos silvestres, queso de rancho y bebidas como el pulque y las piloncilladas. 

También es común encontrar ferias artesanales donde se venden joyería de plata hecha por productores locales, además de artículos tallados en madera o tejidos típicos.