Influencers alertan sobre la inseguridad en la carretera Puebla-Veracruz

Las influencers Conder y Doris Name, conocidas por el tono humorístico de sus contenidos, cambiaron la comedia por una advertencia seria a sus más de 665 mil seguidores. 

Durante un reciente traslado por carretera, la pareja enfrentó un intento de asalto en el tramo entre Acatzingo y Progreso de Juárez de la autopista Puebla-Orizaba, uno de los puntos más peligrosos del país.

Según relataron en un vídeo publicado en redes sociales, un individuo trató de lanzar piedras a las llantas de su vehículo con la intención de obligarlas a detenerse. 

Conder explicó que esta es una práctica recurrente para atracar a conductores: “Te revientan las llantas, te tienes que orillar y de la nada te salen armados”.

¿Por qué decidieron hablar públicamente?

Las influencers señalaron que viajan con frecuencia de la Ciudad de México a Veracruz para visitar a sus familias, conscientes de la inseguridad en la zona. 

Doris Name fue contundente: “Para ver a nuestras familias hay de dos: o irnos en avión o irnos en el nombre de Dios y arriesgar la vida”. 

Hasta ahora, sus trayectos habían transcurrido sin incidentes, pero tras lo ocurrido, decidieron advertir a su audiencia sobre los riesgos.

¿Cuál es el contexto de la autopista Puebla-Orizaba?

La autopista México-Puebla-Orizaba ha sido catalogada como una de las más peligrosas de México debido a la constante incidencia de robos y asaltos, principalmente a transportistas y automovilistas. 

A pesar de la intervención de autoridades de los tres niveles de gobierno, los delitos no han disminuido significativamente.

Doris Name cerró la transmisión con un llamado a la precaución, acompañado de una crítica a las autoridades: “Este TikTok no es para pedirle al gobierno que haga algo, porque no es como que no sepan lo que pasa en esa carretera. Es para que ustedes se cuiden. Si les llega a pasar, no se detengan. Aunque echen a perder el rin, les puede salir más barato que la vida”.

El testimonio de Conder y Doris Name refleja no solo la vulnerabilidad de los viajeros en esta ruta, sino también la falta de soluciones efectivas frente a un problema de seguridad que persiste desde hace años.