Estos son los accidentes más comunes por pirotecnia en niños en Nuevo León, ¿cómo prevenirlos?

En Nuevo León, cada diciembre se puede reportar un incremento en accidentes infantiles relacionados con el uso de pirotecnia. Desde quemaduras leves hasta lesiones graves, los menores se encuentran entre los grupos más vulnerables debido a su falta de experiencia y a la manipulación irresponsable de explosivos artesanales o clandestinos.

Se señala que la mayoría de estos accidentes se deben a pirotecnia defectuosa, encendido inadecuado o falta de supervisión adulta. Asimismo, los servicios de emergencia reciben múltiples reportes de inhalación de humo, lesiones acústicas por estruendos excesivos y quemaduras por contacto directo con materiales encendidos.

¿Cuáles son los accidentes más comunes en niños durante diciembre?

Los hospitales de Nuevo León atienden con mayor frecuencia:

• Quemaduras de primer, segundo y tercer grado, principalmente en manos, brazos y rostro.
• Lesiones oculares, desde irritación hasta perforaciones causadas por partículas explosivas.
• Trauma acústico, provocado por detonaciones cercanas que afectan el tímpano.
• Cortes y heridas profundas, causadas por la explosión de artefactos caseros.
• Inhalación de humo o pólvora, que puede irritar vías respiratorias o causar desmayos.

Se advierte que muchos de estos casos están ligados al uso de pirotecnia clandestina sin controles de calidad.

¿Qué hacen los pediatras ante una emergencia por pirotecnia?

Cuando un menor llega a urgencias, los pediatras aplican protocolos que incluyen estabilización, control del dolor y limpieza inmediata de quemaduras.

En lesiones oculares, se evita manipular el área y se llama a un oftalmólogo pediatra. Para trauma acústico, se revisa el canal auditivo y se recomienda audiometría para evaluar daños. En casos de inhalación de humo, se administra oxígeno y se verifica la función respiratoria mediante estudios básicos.

¿Cómo saber si un niño inhaló humo o sufrió daño acústico?

Las señales más comunes son: dificultad para respirar, tos persistente, mareos, ojos irritados y olor a pólvora en la ropa. Si el daño es acústico, los síntomas incluyen zumbido constante, dolor de oído, hipersensibilidad al sonido y dificultad para escuchar. Ambos casos requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones.

La mejor forma de evitar emergencias es no permitir que los menores manipulen pirotecnia y mantenerse alerta ante cualquier señal de riesgo. La prevención es la herramienta más eficaz para proteger a las niñas y niños de Nuevo León durante la temporada decembrina.