Así es el tradicional pan de muerto: todo sobre su historia, receta y simbolismo
Con más de un siglo de historia, la panadería La Superior conserva una de las recetas más tradicionales y queridas de México, el pan de muerto.
Este dulce símbolo de amor y recuerdo hacia quienes ya partieron, continúa endulzando los paladares más exigentes del norte del país.
¿Cuál es la receta familiar que nos comparten los panaderos de La Superior?
Desde su fundación, la receta se ha transmitido de generación en generación, manteniendo intacta su esencia familiar.
Para su elaboración se utilizan ingredientes sencillos pero llenos de significado:
- Mantequilla
- Huevo
- Leche
- Sal
- Harina
- Mejorante
- Esencia de naranja
- Levadura
Sin embargo, el toque especial no está solo en los ingredientes, sino en la dedicación y armonía que los panaderos imprimen durante su preparación. Cada pieza, dicen, lleva un poco del alma de quien la amasa.
¿Qué nos dice el maestro panadero sobre la elaboración del pan de muerto?
Juan Carlos Jiménez Antonio, maestro panadero con siete años de experiencia en La Superior, comparte que al elaborar el pan de muerto recuerda a sus seres queridos que se adelantaron en el camino.
Es una manera de tenerlos presentes, de rendirles homenaje con cada pan que sale del horno
Carlos Jiménez - Maestro Panadero de La Superior
La forma del pan tiene un profundo simbolismo: el círculo representa el ciclo de la vida, los “huesitos” simbolizan el cuerpo, y la pequeña bolita de masa al centro representa la cabeza.
Durante la preparación, los panaderos entrelazan sus dedos para formar las piezas que evocan estos elementos.
Tras reposar la masa y dejar que esponje, las piezas se hornean a 150 grados durante unos 15 minutos. Finalmente, se espolvorean con azúcar blanca, que representa las lágrimas derramadas por los difuntos.
¿Cuántas piezas se elaboran durante esta temporada?
Cada año, La Superior produce alrededor de cinco mil piezas de pan de muerto, reafirmando que las tradiciones mexicanas siguen vivas y se fortalecen en cada horno, en cada hogar y en cada corazón que celebra la vida y la memoria.