Conoce a la maestra Mireya que ha transformado el entorno de 2 generaciones
Ser docente no es solo estar frente a un grupo y enseñarles la parte académica, su vocación va más allá, se convierten en ejemplos a seguir, en sus tutores y en muchas ocasiones en parte de su familia.
Para la maestra Mireya Berino Valdés, quien es directora del Jardín de Niños Club Sertoma Cerro de la Silla, un plantel que a lo largo de 30 años a estado ubicado en dos espacios y en ambos lugares fueron transformados, de ser terrenos con aulas móviles se convirtieron en planteles de primera.
¿Cómo logró la maestra Mireya que voltearan a ver este plantel que carecía hasta de los servicios básicos?
En entrevista para POSTA la directora del plantel comentó que no fue un trabajo fácil porque al tocar puertas no siempre las abren, pero finalmente esta administración otorgó los apoyos y se hicieron las obras requeridas, pero también los padres de familia apoyaron a mejorarlo, con la pintura, reparaciones entre otros trabajos.
Además del apoyo incondicional de las maestras y el personal de intendencia quienes hacen más del trabajo que les corresponde, cada una desde sus áreas y sobre todo motivadas por los alumnos quienes están en sus primeros años de enseñanza académica.
¿Cómo nació la vocación para la maestra Mireya?
Su vocación es gracias al ejemplo de sus padres quienes también fueron maestros, Juan Berino Mercado 55 años de servicio y Angélica Valdés Casas, supervisora de nivel preescolar con 40 años de servicio.
Ahora son jubilados, pero lograron transmitir su amor y vocación a su hija a quien el martes 13 recibió, recibió la medalla “Profr. Rafael Ramírez” reconocimiento por parte del gobernador, Samuel García.
“De ellos aprendí el amor a esta profesión y mi mamá era una maestra que salía a las calles a hacer actividades para mejorar las escuelas donde ella impartía”, mencionó la maestra Mireya Berino.
¿Pero qué significa ser maestra para la maestra Mireya?
“Ser maestra no solo escuelas trabajar con el intelecto de los alumnos, es trabajar con su corazón, porque cuando ellos están bien emocionalmente y nosotros como maestras les transmitimos esa paz, esa tranquilidad y el ser escuchados, todo lo demás fluye", mencionó la Directora.
Las instalaciones del Jardín de Niños por dentro y fuera de las aulas, son un espacio que ofrece armonía aunado al trato amable de las maestras lo convierten en un lugar donde los alumnos se sienten seguros.