Contaminación en Nuevo León: ¿Por qué el Cerro del Topo Chico está en peligro?
En Nuevo León, la contaminación ambiental ha dejado de ser una amenaza lejana, ahora también impacta de frente al Cerro del Topo Chico, uno de los espacios naturales más emblemáticos del área metropolitana.
Aproximadamente hace 4 meses el diputado local Glen Villarreal Zambrano denunció públicamente que Zinc Nacional depositó toneladas de residuos tóxicos a cielo abierto en las faldas del cerro, dentro de una zona natural protegida, sin permisos ni controles ambientales.
¿Qué revelan las pruebas en el Cerro del Topo Chico?
En un video difundido en redes sociales, Villarreal mostró imágenes de montículos de tierra de hasta 50 metros de altura, de color cobrizo, que según estudios preliminares contienen plomo, cadmio y arsénico.
Estas sustancias son altamente peligrosas y amenazan la biodiversidad del cerro, los mantos freáticos, la fauna local y las comunidades cercanas.
La gravedad del caso creció con los resultados de un estudio técnico de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, el cual confirmó la presencia de metales pesados en el suelo y en organismos vivos.
¿Qué acciones se tomaron contra Zinc Nacional?
Villarreal dijo que se presentaron denuncias formales ante autoridades estatales y federales para exigir la remediación ambiental inmediata, la remoción de residuos y sanciones ejemplares contra Zinc Nacional.
Cabe mencionar que este no es un caso aislado pues en julio de 2025, Profepa clausuró temporalmente la planta por manejo inadecuado de residuos peligrosos, y en enero de este año la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León reimpuso sellos de suspensión por reincidencia.
¿Qué especies y vegetación hay en el Cerro del Topo Chico?
El Cerro del Topo Chico no solo es un símbolo natural, sino también uno de los últimos pulmones verdes de la zona metropolitana.
- Este ecosistema alberga matorrales xerófilos, cactáceas, mezquites y huizaches, además de especies nativas como el halcón cola roja, la lechuza de campanario, liebres y reptiles propios del desierto.
Su vegetación contribuye a la captura de carbono y regula la temperatura local, mientras que su fauna mantiene el equilibrio natural del área.
La posible contaminación con metales pesados pone en riesgo directo esta biodiversidad.