Así castiga Nuevo León a quien dé alcohol a un perro, ¿puede ir a prisión?
Luego de que circulara un video donde un perro fue obligado a beber whisky en un establecimiento del municipio de Aramberri, Nuevo León, en este tipo de casos se recuerda que se considera maltrato animal y son sancionables penalmente.
El hecho generó indignación en redes sociales y reavivó la discusión sobre la responsabilidad y el respeto hacia los animales domésticos.
En el estado, el Código Penal y la Ley de Protección y Bienestar Animal de Nuevo León establecen sanciones severas para quienes cometan actos de crueldad, desde agresiones físicas hasta acciones que provoquen dolor, sufrimiento o daños a la salud de los animales.
¿Qué sanciones se aplican por dar alcohol o maltratar animales?
Las sanciones dependen de la gravedad del caso, pero pueden incluir tanto castigos penales como administrativos. Entre las principales medidas destacan:
- Prisión: De 6 meses a 1 año, sustituible parcialmente por trabajo comunitario o tratamiento psicológico.
- Multas: De 25 a 50 cuotas, equivalentes aproximadamente a entre $2,800 y $6,000 pesos.
- Inhabilitación: Para laborar en lugares donde se manejen animales durante un periodo igual a la pena impuesta.
- Pérdida de derechos: El responsable pierde la custodia de cualquier animal bajo su cuidado.
- Arresto administrativo: De hasta 36 horas, además del decomiso o aseguramiento del animal.
¿Qué factores agravan el delito de maltrato animal?
Las penas se agravan cuando el acto de crueldad ocurre en presencia de menores o cuando se graba y difunde el hecho en redes sociales, ya que esto incentiva la violencia. En estos casos, la autoridad puede imponer sanciones más severas o prolongar el tiempo de prisión.
¿Cómo y dónde denunciar el maltrato animal en Nuevo León?
Cualquier persona puede denunciar ante la Secretaría de Medio Ambiente o la Fiscalía General de Justicia del Estado, aportando pruebas como fotografías o videos.
Dar alcohol a un perro es un acto cruel que puede causar intoxicación, daños neurológicos o incluso la muerte. Por ello, la ley considera este comportamiento como maltrato intencional y lo castiga con prisión, multas y pérdida de derechos sobre el animal.
