Maestro de la UANL inspira con su ejemplo a futuras generaciones
Con 40 años de trayectoria docente y una historia de vida marcada por la perseverancia, el maestro César Sordia Salinas se ha convertido en una inspiración para miles de estudiantes de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
A pesar de haber perdido la vista gradualmente debido a una enfermedad, Sordia Salinas nunca renunció a su sueño de convertirse en ingeniero y continúa hoy motivando a jóvenes a alcanzar sus metas.
Graduado como Ingeniero en Electrónica y Comunicaciones en 1983 y con una maestría en Ciencias de la Administración, ha sido parte fundamental de la formación de nuevas generaciones en el área de ciencias básicas, siempre arropado por la comunidad universitaria.
¿Cómo superó la pérdida de la vista para convertirse en ingeniero?
Desde joven, César fue diagnosticado con retinitis pigmentosa, enfermedad que afectó progresivamente su visión. Sin embargo, su determinación fue más fuerte. Con el apoyo de su familia y su fe, logró concluir su carrera profesional y comenzar su camino como catedrático en 1985.
- “Si Dios me quitaba algo, Dios me daba otra virtud”, expresa. “Tenía la capacidad, a lo mejor no visual, pero sí otra para titularme de forma correcta”, reflexiona el profesor, quien nunca permitió que su discapacidad limitara sus sueños.
¿Cuál es el mensaje que transmite a sus alumnos?
En el marco del Día del Maestro, Sordia Salinas comparte que su principal enseñanza es que sí se puede cumplir un sueño, si se trabaja con esfuerzo y convicción. A menudo, sus alumnos se sorprenden por la forma en que imparte sus clases, pues pese a su ceguera, se desenvuelve con total dominio.
- “Cuando uno quiere hacer algo, sí se puede, pero hay que hacerlo, no intentarlo”, afirma. Esa filosofía es la que ha buscado sembrar en sus estudiantes desde hace cuatro décadas.
¿Qué papel juega en la vida académica de la UANL?
Además de ser profesor de tiempo completo, coordina el área de Capacidad Académica, donde se encarga de las acreditaciones docentes. Su compromiso ha sido reconocido por alumnos, colegas y autoridades universitarias.
- “Estoy muy agradecido con la Universidad, me siento cobijado”, concluye Sordia Salinas, quien sigue dejando huella como guía y ejemplo de superación dentro de la UANL.