Arturo Salinas habla sobre su legado de justicia en Nuevo León
Tras una gestión de cuatro años marcados por desafíos y una transformación, Arturo Salinas concluye su periodo como Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León.
En una entrevista exclusiva con Adi Cabriales para POSTA Líderes, Salinas habló sobre su trayectoria, logros alcanzados y retos superados.
Su liderazgo, que inició en pandemia, se centró en humanizar la justicia y modernizar el sistema, dejando una huella indeleble en el Poder Judicial del estado.
Al cerrar este capítulo, Salinas expresa nostalgia y agradecimiento por la oportunidad de haber servido a los ciudadanos de Nuevo León.
¿Cómo transformó la justicia en Nuevo León durante su presidencia?
La gestión de Salinas se caracterizó por una apuesta decidida por la digitalización y la cercanía con la ciudadanía, enfocada en una justicia más humana y accesible. Entre los hitos de su periodo destacan:
- Ante la pandemia, el Poder Judicial migró a un sistema 100% digital, apoyado por la herramienta del tribunal virtual, que ya existía desde 2002. Esto permitió que la justicia no se detuviera, facilitando audiencias en línea y trámites desde dispositivos móviles, lo que aumentó el número de consultas anuales de 12 a más de 20 millones.
- Se crearon nueve módulos judiciales en municipios sin sede, como Anáhuac y Juárez, para que los ciudadanos no tuvieran que viajar largas distancias para realizar trámites.
- Salinas impulsó la paridad total en el pleno del Tribunal Superior de Justicia, que ahora cuenta con ocho magistradas y ocho magistrados. Más del 51% del personal judicial son mujeres.
¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentó Arturo Salinas?
El mandato de Arturo Salinas no fue un camino fácil. Desde el inicio, su gestión estuvo marcada por una serie de retos que pusieron a prueba su liderazgo:
- La pandemia de COVID-19
- Conflictos políticos y falta de presupuesto
¿Cómo describe su salida y qué viene para su futuro?
Salinas deja su cargo con un sentimiento de "plenitud y tranquilidad". No hay nostalgia, sino un profundo agradecimiento por la oportunidad de haber servido y de haber transformado la institución.
Su visión de una justicia más humana, que pone a las personas en el centro de las decisiones, es el legado que espera dejar.
Sobre su futuro, tras un merecido descanso, se ve continuando su servicio a Nuevo León, un estado en el que le interesa seguir contribuyendo a su mejora. Su designación como gobernador interino, aunque no se concretó, la considera un motivo de orgullo y un reconocimiento a su carrera pública.
