Diputados faltistas y cobrones
Esta ecuación es muy simple. Si faltas a tu trabajo, ¿qué pasa? Te descuentan el día. A los diputados no. Hay una incongruencia básica de los diputados que trabajan desde la sala de su casa, desde el gimnasio, desde la playa jugando pádel, mientras millones de personas sí tienen que cumplir un horario y presentarse para ganar su sueldo. A todos nos piden puntualidad, productividad, presencia.
A los diputados les basta con conectarse unos 5 minutos, levantar la mano desde donde quiera que estén y cobrar su sueldo completo. No es que el trabajo remoto sea malo, lo incongruente es que quienes hacen las leyes se den privilegios que no aplican al resto.
Cero control de asistencia, cero rendición de cuentas y cuando hay sesiones claves, pues no hay quorum, no hay presencia suficiente.
¿Te imaginas decirle a tu jefe, "Hoy trabajo desde la alberca o marco asistencia desde el cine viendo una película, a nadie se lo permiten. ¿Por qué nosotros sí se lo permitimos a los diputados a quienes les pagamos un sueldo.
Exijamos lo mínimo, asistencia en las sesiones y comisiones clave, lista pública de quién faltó y por qué, descuentos reales a los que no trabajan, transparencia de agenda y votaciones en tiempo real.
Si la ley es para todos, el ejemplo se empieza por la cámara.