Ernesto Chavana denuncia campaña de desprestigio contra Electrolit en redes sociales
El conductor y comentarista Ernesto Chavana compartió en POSTA Opinión una anécdota que, según dijo, “dejará helado” a más de uno.
En su relato, comparó la actual campaña de desprestigio contra la marca Electrolit con un episodio ocurrido hace casi 20 años en Monterrey, cuando la taquería Tacos Pipe fue víctima de un ataque mediático que buscaba afectarla comercialmente.
¿Por qué Ernesto Chavana salió en defensa de Electrolit?
Chavana aseguró que actualmente existe una campaña en redes sociales donde influencers estarían atacando a la marca Electrolit, difundiendo críticas pagadas para dañar su reputación.
- “Hay quienes vendieron su opinión, son mal nacidos”, expresó el conductor, señalando que detrás de estas acciones podría haber intereses económicos.
Según él, este tipo de estrategias no son nuevas y se remontan a prácticas mediáticas que han buscado “tumbar” empresas locales exitosas.
¿Qué pasó con Tacos Pipe hace 20 años?
El comunicador recordó que, en los años 2000, Tacos Pipe fue blanco de una campaña similar. En un noticiero local se difundió un rumor sobre un supuesto camión “volcado con gatos”, insinuando falsamente que esa carne se usaba en los tacos.
- “Fue un golpe bajo, como en el box, de esos que te dejan sin poderte defender”, contó Chavana.
Pese al intento de desprestigio, la marca sobrevivió y hoy cuenta con 16 sucursales en el área metropolitana de Monterrey.
¿Cómo se recuperó la empresa y qué papel tuvo Chavana?
El propio Ernesto Chavana participó en la reconstrucción de la imagen de Tacos Pipe. La empresa lo contrató para grabar comerciales y dar fe del proceso higiénico y profesional con el que operaban.
Visitó ganaderías, hornos y bodegas donde se prepara la carne y las salsas.
Afirmó que el dueño, un hombre “trabajador y honesto”, enfrentó el ataque solo, sin apoyo mediático.
Finalmente, Chavana concluyó que Monterrey tiene la costumbre de “reventar empresas y personas”, y que casos como el de Tacos Pipe o el de Electrolit muestran cómo los medios y las redes pueden ser utilizados para manipular la opinión pública.