Nostalgia ochentera

Hola, les doy la bienvenida a esta columna cinéfil@s, tenía tantas ganas de escribir para ustedes, porque sé que aman tanto ir al cine como yo... o eso creo. 

Entiendo que aún existe el temor de ir a las salas, y que nos estuvimos cuidando desde casa y viendo mucho contenido en plataformas digitales. Pero sabemos que jamás será igual verlo en la TV que en el cine, y eso lo sabe mejor que nadie Jason Reitman, quien tuvo mucha paciencia para presentarnos su peli en la pantalla grande, y me refiero a Ghostbusters: El Legado", la cual debió estrenarse hace meses, pero ya saben... Covid. 

¿Miedo a defraudar a su padre y todos los fans de Ghostbusters? Quizás. 

Pero la verdad, es que lo hizo bien, porque la película realmente es una carta de amor a lo hecho por su padre. Y aunque muchas veces pasa que las segundas partes o terceras no funcionan como la primera, Ghostbusters: El Legado es una buena continuación. 

Creo que después de que Jason se había negado tanto, nadie le hubiera hecho mejor honor que él a la franquicia. Y al mismo tiempo el reinventa su propio legado cinematográfico al decir que una de sus mayores inspiraciones para lanzar esta película, es su hija, quien le recuerda tanto a él cuando era niño y acompañaba a su padre a los sets.