¿Regresó la polarización a México?
¿Regresó la polarización a México… o nunca se fue?
Durante el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, vimos una narrativa más conciliadora, después de seis años de tensión y polarización con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero, de pronto, el tono cambió… y hoy otra vez sentimos el país partido en dos.
Desde la comunicación política, la polarización a veces le ayuda al gobernante en turno: moviliza a su base, genera narrativa de ‘ellos contra nosotros’…
Pero hay un problema: en la polarización *no hay conversación*, no hay punto de negociación… sólo confrontación.
Y esto no pasa sólo en la política: también se rompe el diálogo en las empresas, en los equipos de trabajo, hasta en las comunidades.
Cuando todo se convierte en ‘dos bandos’, es muy difícil entrar a conversar… pero es muy fácil entrar a pelear.
Te lo digo después de más de 500 campañas en cuatro países, seis gobernadores en México y hasta haber estado en la Casa Blanca con Barack Obama: cuando la polarización se vuelve estrategia principal… tarde o temprano alguien paga la factura: la empresa, la comunidad o el país.
La verdadera comunicación de liderazgo no explota la división, construye puentes.
Y eso exige algo más difícil que gritar: escuchar, negociar y ceder.
Abramos el diálogo: ¿tú crees que la polarización regresó a México o nunca se fue?
Déjamelo aquí abajo en los comentarios y usa el hashtag #DavidDorantes.
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Y recuerda…
Todos los días se construye el éxito… y el error también.