Represión en la marcha Generación Z de la CDMX
Lo pasado con la marcha convocada por la generación Z y que terminó con una durísima una durísima represión de parte de policías capitalinos. Se podrá decir que hubo actos de violencia, provocaciones y es verdad. Pero fue una marcha, comencemos por lo el principio, por lo fundamental.
Fue una marcha de decenas de miles de personas que se replicó además en por lo menos 50 ciudades del país.
Una marcha que lo que pedía era justicia, lo que pedía era el fin de la inseguridad, el fin de la corrupción.
Una marcha en que participaron jóvenes, sí, muchos jóvenes y participaron muchos adultos, participaron padres de familia, participaron personas de la tercera edad, participaron niños. ¿Podrá ser que no todos ellos eran de la generación Z? Sí, muy probablemente, no importa.
La represión vino después de una provocación del bloque negro. Este grupo que ha hecho provocaciones desde que yo la estoy contabilizando desde 2012 en las primeras actos de provocación del bloque negro fueron el día de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Y desde desde entonces las ha ejercido una y otra vez. Y desde entonces han quedado impunes. El sábado también lo hicieron.
Hay quienes dicen dicen que entraron por detrás de las vallas, que les abrieron las vallas, que estaban detrás de las vallas, puede ser, pero lo cierto es que en todo caso llegaron antes que llegara la gente.
Fueron, provocaron, atacaron a la policía y la policía cuando llegó la gente, en lugar de ir contra los del bloque negro, se fue contra los manifestantes.
Este lunes la presidenta Sheinbaum se presentó como víctima y terminó con unas declaraciones muy extrañas de que no la van a tirar, de que no la van a derrocar. que es más fuerte que eso. Nadie está diciendo que derroquen a la presidenta.
Le están pidiendo lo que la gente tiene derecho a pedir. Seguridad, justicia. Falta de basta de corrupción y por sobre todas las cosas poder vivir en paz.
Y que cuando se manifiesten no los repriman. Hacían muchos años que no veíamos una represión contra la gente, no contra los del bloque negro, contra la gente como la que vimos el sábado.
Debería ser de pena ajena.
