Así cambió nuestra vida el Internet en la pandemia

MONTERREY, Nuevo León.- Desde el inicio de la pandemia del Covid-19, los súbitos y drásticos cambios en el modo de vivir de la población mundial golpearon directamente a ciertos giros de negocios, sin embargo, a otros cuantos les ocurrió totalmente lo contrario.

Desde inicios del 2020, ante el distanciamiento social, millones de personas al rededor del mundo se han visto obligados a usar en mayor medida las herramientas y servicios digitales que oferta el mercado.

Cabe destacar que al haber crecido la demanda, una gran cantidad de empresas decidieron adaptarse a las normas de la nueva normalidad, dando origen a nuevos servicios y herramientas digitales y muchos de ellos ya han cobrado relevancia en la vida diaria de muchas personas.

De acuerdo con un artículo publicado por Pew Research Center, 90% de los estadounidenses afirmó en este 2021 que el Internet ha sido escencial en sus vidas y mientras la mayoría de ellos usó videollamadas, 40% la utilizaron en modalidades nunca antes vistas.

Foto: Anna Shvets / Pexels

La transición no fue fácil o próspera para todos

Sin embargo, no todo ha sido prosperidad y cambios positivos, pues ante los grandes cambios que implicó la nueva normalidad, muchas empresas no pudieron adaptarse y tuvieron que cerrar sus puertas, lo que se tradujo en altos índices de desempleo en muchos países.

Aunado a lo anterior, para muchas personas fue complicado adaptarse a los nuevos retos que significó la implementación de herramientas digitales para procesos que antes no lo requerían.

Un ejemplo de ello es la educación, pues muchos docentes no estaban acostumbrados a usar equipo de cómputo y tuvieron que aprender a usar programas de edición y servicios de video conferencia en tiempo récord.

En torno a ello, la investigación de Pew Research Center arroja que 40% de los estadounidenses se sintieron fatigados de estar en tanto tiempo en videollamadas.

Aunado a ello, 26% manifestó que haber tenido que estos cambios golpearon su bolsillo al tener que pagar facturas más costosas por Internet de más alta velocidad.