30 gasolineras esperan luz verde para instalarse en Tamaulipas, burocracia detiene su construcción
En Tamaulipas, más de 30 gasolineras permanecen “listas” para comenzar operaciones, pero están detenidas por una cadena de trámites burocráticos y prácticas corruptas profundamente arraigadas en el sistema regulatorio.
¿Qué dijo el secretario estatal de Desarrollo Energético sobre las aperturas de las más de 30 gasolineras?
El secretario estatal de Desarrollo Energético, Walter Julián Ángel Jiménez, admitió que no hay una cifra exacta, aunque estimó que rondan las treinta estaciones que todavía no cuentan con permisos ni dictámenes técnicos indispensables.
Ese rezago, explicó el funcionario, proviene de una negligencia institucional antigua: se aceptaba que los solicitantes ingresaran trámites incompletos (con solo uno o dos de los dieciséis requisitos necesarios), lo que generaba cuellos de botella prolongados.
¿Cómo podría el gobierno de Tamaulipas implementar un sistema de tramitación más transparente y eficiente para romper con los cuellos de botella y frenar la corrupción?
“Eso colocaba a la institución pública al servicio de intereses particulares”, denunció. La corrupción también involucra a despachos privados que abusan del desconocimiento de pequeños inversionistas, cobrando sumas millonarias sin avance real; en un caso, un despacho cobró cuatro millones de pesos por un trámite y entregó un acuse de ingreso falso.
¿De qué manera podrían vincularse organismos ciudadanos o cámaras empresariales para supervisar y denunciar los abusos de despachos privados que estafan a los inversionistas?
Angel Jiménez insisto en que la apertura de gasolineras no puede depender de la improvisación; la energía, sin planeación, genera problemas. A su juicio, solo ingresando desde el principio todos los requisitos normativos y ambientales sin expedientes incompletos ni irregularidades será posible que los tiempos de autorización sean reales y viables.
Este estancamiento administrativo no se refleja en desabasto de combustibles, ya que durante las crisis nacionales Tamaulipas no fue afectada. Sin embargo, la demora en nuevas aperturas limita el crecimiento económico y la generación de empleos, al tiempo que abre la puerta a prácticas poco transparentes que dañan la confianza en el sistema energético estatal.
