Este restaurante de Victoria es el más buscado para comer pozole

En el corazón de la capital tamaulipeca, un restaurante se ha ganado el título no oficial de ser el más buscado por locales y visitantes para disfrutar de un platillo que es sinónimo de tradición: el pozole.

Su popularidad no solo se debe al sabor, sino también a la experiencia que ofrece a quienes lo visitan.

¿Cuál es el restaurante donde encuentras un buen pozole en Victoria?

El restaurante que ofrece el mejor pozole de la ciudad, sin duda alguna es Jalisco, con 76 años ofreciendo su principal platillo.

La fundadora de este restaurante fue Doña Anita Covarrubias, quien en 1949 decide emprender su negocio nombrándole en aquel entonces “Café Jalisco” y desde esa época ofreciendo sus platillos tradicionales como pozole, tacos de pollo, enchiladas de queso y mole, entre otros.

Para el año 1973 continúa con la administración del negocio, su primogénito Don Pedro, años después en 1988 cambian de ubicación al 10 y 11 Juárez, pasan los años y en el 2003, deciden inaugurar la sucursal en el 14 Veracruz, donde hasta hoy se conserva como único y original.

¿Qué hace único al restaurante Jalisco?

Ubicado en una zona céntrica de fácil acceso, este establecimiento ha logrado reunir a familias enteras, grupos de amigos y turistas en busca de un pozole que recuerde al de casa.

Desde su apertura, hace varios años, el restaurante ha mantenido una receta que combina ingredientes frescos, maíz cuidadosamente nixtamalizado y carnes de la mejor calidad, además de un sazón que ha pasado de generación en generación.

El lugar ofrece un pozole rojo, acompañados de guarniciones clásicas como rábanos, lechuga, cebolla, orégano, chile en polvo y tostadas doradas. Además, su menú incluye opciones para quienes prefieren platillos más ligeros, sin restar protagonismo a su especialidad.

¿En qué temporadas aumenta la demanda de este platillo?

Uno de los factores que lo hace destacar es el ambiente cálido y familiar. La decoración evoca la cultura mexicana, con colores vivos, artesanías y música tradicional que completan la experiencia culinaria.

 Los fines de semana, la demanda se dispara, por lo que es común ver filas de clientes esperando un lugar, especialmente en temporada de fiestas patrias o durante el invierno, cuando el pozole se antoja aún más.