Estos son los 5 datos curiosos de la novena presa más grande de México en Tamaulipas
La presa internacional Falcón no solo resguarda millones de metros cúbicos de agua: también guarda historias, peculiaridades y detalles que la convierten en una de las estructuras más interesantes del país.
Aquí te contamos cinco datos curiosos que probablemente no conocías sobre esta majestuosa obra ubicada en el municipio de Guerrero, Tamaulipas, justo en la línea divisoria con Texas.
¿Sabías que su nombre proviene de un antiguo pueblo que desapareció bajo el agua?
La presa toma su nombre del antiguo pueblo de Falcón, el cual quedó completamente sumergido cuando se llenó el embalse. Tanto del lado mexicano como del estadounidense, varias comunidades fueron reubicadas en los años 50 para dar paso a esta obra monumental.
¿Cuánta agua puede almacenar esta presa internacional?
Falcón tiene una capacidad máxima de almacenamiento de 8,000 millones de metros cúbicos de agua, lo que la convierte en la novena más grande de México. Su tamaño es tal que en años de abundante lluvia, se extiende como un pequeño mar en el desierto del norte tamaulipeco.
¿Por qué se considera un proyecto binacional único?
Fue construida en conjunto por los gobiernos de México y Estados Unidos en 1953 como parte de un acuerdo para regular el caudal del río Bravo. Desde entonces, ambos países comparten su operación, mantenimiento y distribución de agua, algo poco común a nivel mundial.
¿Tiene un uso turístico además del agrícola y energético?
Sí. Aparte de su papel clave en el riego de cultivos y generación eléctrica, la presa es un sitio popular para la pesca deportiva, especialmente del lobino, atrayendo cada año a visitantes de todo el país y del sur de Texas. Incluso hay torneos internacionales.
¿Es hogar de especies emblemáticas de la región?
En su ecosistema habitan aves migratorias, garzas, tortugas y peces como la carpa y la tilapia. La tranquilidad del entorno y su belleza natural la han convertido también en un lugar ideal para el avistamiento de aves y actividades ecoturísticas.
La presa Falcón no solo regula el agua: también une culturas, cuida el medio ambiente y ofrece experiencias únicas a quienes se aventuran a conocerla. Un punto clave para Tamaulipas y para toda la región fronteriza.