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La ristra de ajos: la superstición que usan comercios en Tamaulipas contra la envidia
En Tamaulipas, además de su uso en la cocina, el ajo tiene un papel especial como amuleto protector.
Muchos comercios cuelgan una ristra de ajos en la entrada o cerca de la caja registradora, convencidos de que con ello se alejan la envidia, el mal de ojo y las malas energías.
Esta práctica forma parte de un legado cultural que mezcla creencias españolas, indígenas y populares.
¿De dónde viene la superstición de colgar ajos?
La costumbre de elaborar ristras de ajos se remonta a España, donde además de servir para conservar el alimento, se utilizaban como protección contra la mala suerte y los malos espíritus.
Con la llegada de los colonizadores, esta creencia se extendió a América Latina.
En México, se adoptó como parte del curanderismo y prácticas de protección en el hogar.
Hoy, se considera que una ristra con número impar de cabezas de ajo actúa como escudo contra el mal de ojo y otras energías negativas.
¿Qué significado tiene la superstición del ajo en los negocios de Tamaulipas?
En muchos comercios del estado es común encontrar ristras de ajos colgadas en lugares visibles.
La creencia es que el ajo absorbe y neutraliza la envidia que puedan generar el éxito o las ventas, protegiendo al local y a sus dueños.
Además de su función como amuleto, la ristra también es vista como un elemento decorativo que conecta con la tradición popular y da identidad cultural a los espacios.
¿Por qué se sigue practicando la superstición del ajo?
Aunque la ciencia no respalda estas creencias, la ristra de ajos persiste por su fuerza simbólica.
Para muchos tamaulipecos, representa una barrera contra la mala vibra, un recordatorio de la protección familiar y un vínculo con la sabiduría ancestral.
La costumbre sigue viva porque, más allá de lo espiritual, ofrece tranquilidad y confianza en la vida diaria, algo que es tan valioso como cualquier remedio práctico.