Riesgo de gripe aviar en Tamaulipas fue advertido por ambientalistas al Senasica desde marzo
Desde marzo de este año, ambientalistas de Matamoros alertaron al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) sobre la mortandad de aves y el riesgo de gripe aviar en la región.
Sin embargo, la dependencia federal tardó seis meses en realizar las pruebas necesarias, confirmando finalmente la presencia del virus en una gaviota muerta en Playa Bagdad, al norte de Matamoros, en los límites con Texas.
La situación ha generado alarma entre las autoridades y la población, especialmente por la cercanía de la migración invernal de aves hacia la región.
¿Cómo se detectó la gripe aviar en Tamaulipas?
El primer aviso se dio en marzo, cuando ambientalistas encontraron entre 80 y 100 aves muertas en zonas de anidación de Playa Bagdad.
Jesús Elías Ibarra Rodríguez, presidente de Conibio Global, señaló que realizó visitas personales a las islas de anidación, observando miles de polluelos y aves migratorias, muchas con signos de mortandad.
A pesar de los reportes, Senasica no tomó acciones inmediatas, y la comunicación se perdió durante varios meses hasta agosto, cuando se evidenció un aumento en la mortalidad y signos de enfermedad en los polluelos.
¿Qué acciones se tomaron para confirmar la gripe aviar en Tamaulipas?
En septiembre, los ambientalistas entregaron a Senasica el cadáver de una gaviota reidora para su análisis.
Las pruebas de laboratorio confirmaron el 22 de septiembre que el ave era positiva a la gripe aviar H5N1, cepa altamente contagiosa para aves silvestres y de traspatio.
La Secretaría de Salud de Tamaulipas mantiene bajo observación a seis personas que tuvieron contacto con estas aves, reportando una de ellas con síntomas leves.
¿Cuál es el riesgo para las aves migratorias y la población en Tamaulipas?
La alarma también se centra en la migración invernal, ya que más de 200 millones de aves se desplazan hacia el sur, aumentando la posibilidad de contagio entre poblaciones de aves silvestres y de traspatio.
Aunque Conibio colabora con Senasica, la Conanp, Semarnat y Profepa, el acceso a las islas de anidación está restringido por cuarentena, lo que limita las acciones directas de monitoreo y prevención.