4 restaurantes ocultos en hermosas haciendas coloniales de Yucatán
Enclavadas en la historia yucateca, las haciendas coloniales son testigos silenciosos del esplendor henequenero conocido como el "oro verde" y hoy renacen como destinos gastronómicos únicos. Restauradas con esmero, muchas de estas propiedades albergan restaurantes de alta cocina que fusionan historia, arquitectura y sabores regionales.
Si estás buscando dónde comer en Yucatán rodeado de historia y naturaleza, aquí te compartimos cuatro joyas ocultas que debes conocer.
¿Qué hace especial a estos restaurantes en antiguas haciendas?
Más que simples espacios para comer, estas haciendas transformadas en restaurantes ofrecen experiencias sensoriales completas: arquitectura colonial, paisajes naturales, arte culinario y un servicio de primer nivel.
Ya sea para una cena romántica, un evento especial o simplemente para escapar del bullicio urbano, cada una guarda un encanto particular. Desde menús yucatecos hasta opciones internacionales, estos lugares son ideales para quienes buscan una vivencia auténtica en Yucatán.
¿Cuáles son los 4 restaurantes en haciendas que vale la pena conocer?
Visitar uno de estos recintos no es solo una viaje por la historia de Yucatán, sino que igual te conecta con la gastronomía yucateca, con algunos toque modernos:
- Hacienda Xcanatún – Restaurante Casa de Piedra: Ubicada a 25 minutos de Mérida, esta hacienda del siglo XVIII fue reconstruida sobre ruinas mayas. El restaurante Casa de Piedra se sitúa en la antigua casa de máquinas, donde ofrece platillos típicos yucatecos con un giro contemporáneo. Además del restaurante, la hacienda cuenta con spa, alberca y jardines exuberantes que complementan la experiencia gastronómica con lujo y tranquilidad.
- Hacienda Teya – Tradición y sabor yucateco: Fundada en 1683 y restaurada a mediados del siglo XX, la Hacienda Teya es un referente gastronómico. Su restaurante gourmet ha sido galardonado internacionalmente gracias a su menú regional y atención al detalle. Localizada a solo 10 km de Mérida, combina historia, elegancia y una capacidad para 250 comensales en su impresionante Casa Principal.
- Hacienda Santa Cruz – Cocina local en un entorno histórico: Situada dentro de la reserva ecológica de Cuxtal, esta hacienda protegida por el INAH ofrece el restaurante Valentina, con un menú tradicional yucateco en un entorno íntimo. Su historia como monasterio, finca agrícola y henequenera se refleja en cada rincón. Ideal para un almuerzo relajado o una cena rodeada de naturaleza y arquitectura colonial.
- Hacienda Misné – Un oasis gastronómico colonial: A tan solo 15 minutos del centro de Mérida, esta hacienda del siglo XVIII mezcla influencias españolas y francesas. Su restaurante, rodeado de jardines tropicales, destaca por su ambiente sereno y cocina tradicional con un toque sofisticado. Fue residencia del tenor Nicolás Urcelay y hoy es un refugio perfecto para quienes buscan buena comida sin salir de la ciudad.
¿Por qué vale la pena comer en una hacienda colonial?
Visitar estos restaurantes no solo es una experiencia culinaria, sino también un recorrido por la historia y cultura de Yucatán. Estas haciendas ofrecen mucho más que comida, pues el contacto con la naturaleza, legado maya, arquitectura imponente y la calidez del sureste mexicano. Sin duda, son una parada obligada para los viajeros que desean conocer el Yucatán más auténtico.