El Museo de la Luz de Mérida presenta el “Taller Imposible”: ciencia y creatividad para todas las edades
Inspirado en el Tinkering Studio del Exploratorium de San Francisco, el “Taller Imposible” convierte al Museo de la Luz en un laboratorio vivo, donde adolescentes, jóvenes y personas adultas experimentan, crean y dialogan.
Aquí no hay respuestas correctas, sino preguntas provocadoras, materiales diversos y una metodología basada en la autonomía, la curiosidad y la colaboración.
¿Qué hace único al “Taller Imposible”?
El director del Museo de la Luz, Ricardo Rubiales, señaló que el “Taller Imposible” rompe con los esquemas tradicionales de enseñanza para proponer una experiencia basada en el aprendizaje activo, donde cada visitante puede tocar, mover, construir y repensar cómo funcionan las cosas.
Cada estación está diseñada para despertar la curiosidad y permitir que las personas se aproximen al conocimiento desde su experiencia personal.
Queremos pensar sobre retos. Equivocarnos no está tan mal; si no nos equivocamos, no vamos a aprender. Así que es un buen lugar para aprender cosas, y de eso se trata: de encontrar soluciones. En los retos no hay una sola versión, hay muchas. En las historias hay muchas versiones, y podemos aprender de todo un poco.
Ricardo Rubiales - Director del Museo de la Luz
Entre los dispositivos más destacados se encuentran:
- Circuitos eléctricos: exploran la electricidad de forma lúdica.
- Máquinas para volar: permiten experimentar con el aire y la gravedad.
- Máquinas para rayar: convierten la energía motriz en expresión gráfica.
- Reacción en cadena: fomenta el trabajo en equipo para crear secuencias de causa y efecto.
- Carrera esférica: explora trayectorias, pendientes y velocidades.
- Esculturas de giro y equilibrio: juegan con la física del movimiento y la estabilidad.
El recorrido no es lineal ni rígido, se trata de una experiencia abierta, flexible y profundamente sensorial, en la que la corporalidad, el tacto y la observación se vuelven parte esencial del proceso.
¿Por qué está dirigido a todas las generaciones?
Una de las premisas fundamentales del “Taller Imposible” es que el aprendizaje no tiene edad. Las actividades están diseñadas para que personas de distintas generaciones puedan participar juntas, compartir ideas y construir soluciones de manera colaborativa.
Esta apuesta por la convivencia intergeneracional busca fortalecer los lazos afectivos mientras se estimula la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas.
En lugar de seguir instrucciones, las y los participantes se convierten en protagonistas de su propio proceso de descubrimiento.
¿Qué busca transformar el Museo de la Luz Mérida con esta propuesta?
Con esta exposición, el Museo de la Luz Mérida reafirma su vocación como un espacio de museología contemporánea, incluyente y participativa, alejada de la lógica de vitrinas y pasividad.
El “Taller Imposible” es, ante todo, una experiencia educativa transdisciplinaria, que pone en diálogo la ciencia, el arte y la tecnología desde una perspectiva lúdica y emocional.
Es también una invitación a pensar el conocimiento como un proceso colectivo, donde la duda, el error y el asombro son tan valiosos como los resultados.
Desde este 9 de mayo, el Museo de la Luz Mérida, espacio de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, abre sus puertas al “Taller Imposible”: un recorrido interactivo y experimental donde la ciencia se aprende con las manos, el juego y la colaboración.