Los 7 aromas de Yucatán que ningún perfume de lujo puede imitar
En Yucatán, el orgullo y la identidad se vive con los cinco sentidos, se ve, se escucha, se saborea, se siente y se huele; cada uno de los aromas que se desprenden de la cocina y emanan de la tierra son mejor que cualquier perfume de lujo.
Y es que cada uno de esos olores, no están en frasquitos, se quedan tatuados en la memoria y el alma, además son capaces de transportarte a otro tiempo y a lugares inimaginados para despertar recuerdos y emociones.
¿Qué olores de Yucatán son mejor que cualquier perfume?
Estos aromas yucatecos no le piden nada a cualquier perfume, por más caro que este sea, pues es imposible envasarlos, pues forman parte de la vida cotidiana, están presentes en las casas y en las calles, aunque no podamos verlos, siempre están ahí.
- Flor de mayo: los patios y jardines de las casas de las abuelitas se llenaban del perfume de las flores, blancas o rosas, una vez que comenzaban las tranquilas tardes de calor; para muchos este es el olor de su infancia.
- Chile habanero: el rey indiscutible de la comida yucateca es el chile habanero, siempre presente, dándole sabor a cada mordida y no hay nada como oler cuando se está asando en el comal antes de volverse una rica salsa tatemada.
- Achiote y recados: sin el achiote y los recados, la cocina yucateca no sería lo mismo, pues gracias a ellos conocemos el aroma inconfundible del relleno negro, la cochinita pibil, y el escabeche, cuando las tapas de las ollas liberan su perfume.
- Naranja agría: no hace falta más que comenzar a quitar la cáscara de la naranja agría para sentirse ese aroma cítrico que no lo tiene el limón, ni la lima, ni la naranja dulce; además de que su jugo no puede faltar en la chicharra o en una rica agua fresca.
- Tierra mojada: en Yucatán siempre hace calor, por eso cuando llueve es todo un acontecimiento y no hay como sentir el olor de la tierra mojada para saber que ya está lloviendo en algún otro lugar y que, poco a poco, comienza a irse el calor.
- Chocolate caliente: oler el chocolate caliente recién batido es como un viaje en el tiempo, directo a la niñez, en el momento de desayunar en una mañana lluviosa o con frío, donde el chocolatito era como un abrazo para calentarse.
- Plantas y maderas: la ruda, la albahaca, el copal y el huano, son algunos de los aromas que aparecen a finales de octubre, el primer aviso de que se acerca el Hanal Pixán y que muy pronto se podrá comer el delicioso mucbipollo.
¿A qué huele Yucatán?
Para hablar del olor de Yucatán habría que escribir un poema, pues huele a tierra caliente, a maíz, a leña, a flor de xtabentún, al monte después de la lluvia, a la brisa del mar revuelta, con sal, manglar y sol, a una hamaca limpia, a talco después de bañarse.
Es imposible definir un aroma único para Yucatán, pues para cada uno de los que nacen, viven y mueren en estas tierras tiene un olor particular, que no se aprende a distinguir hasta que te alejas, hasta que lo comparas con otros perfumes.
¿Qué perfumes usaban los mayas?
Aunque no lo parezca, los antiguos mayas sí usaban perfumes, pero no por vanidad o para conquistar a las doncellas, pues eran usados en los rituales y ceremonias, además de que tenían propiedades medicinales y también estaban presentes en la cocina.
En esas épocas, se creaban fragancias a base de resinas, flores, hierbas y maderas aromáticas. Los que sí usaban los perfumes como adorno personal eran las élites y los sacerdotes, quienes untaban aceites aromáticos sobre la piel y el cabello.
El “perfume sagrado” era el copal, una resina aromática que, al quemarse, producía un humo fragante que purificaba espacios, personas y objetos; aún hoy se quema en rituales mayas y altares durante el Hanal Pixán.