¿Por qué hay un cohete en una importante avenida de Mérida?
En Mérida, una de las esculturas más curiosas y recordadas por los habitantes es “El Cohete”, una figura metálica ubicada sobre el camellón de Circuito Colonias, entre las colonias Petcanché, Las Palmas y Nueva Alemán.
Este peculiar monumento ha sido durante décadas un punto de referencia urbano y una pieza emblemática del paisaje local, pero ¿qué historia hay detrás?, Seguramente te interesará saber cuál es el monumento más feo de Mérida.
¿Cuál es la historia de “El Cohete” de Mérida?
La historia de “El Cohete” se remonta a la década de 1980, cuando fue instalado frente a una agencia de General Motors sobre el Paseo de Montejo como parte de una campaña publicitaria de la familia Díaz Castellanos.
En esa época, los diseños futuristas y los elementos relacionados con cohetes eran tendencia, incluso en la industria automotriz.
Con el paso del tiempo, el monumento fue trasladado en varias ocasiones. Pasó por la glorieta de Circuito Colonias, luego fue colocado en la entrada del fraccionamiento Montecristo, junto a las oficinas de la familia propietaria, y finalmente fue reinstalado en su ubicación actual durante la administración del exalcalde Patricio Patrón Laviada.
¿Dónde se encuentra en la actualidad el famoso “El Cohete”?
Actualmente, “El Cohete” se encuentra instalado en el camellón de Circuito Colonias, en el cruce con la calle 20 por 35, al oriente de Mérida.
Esta zona marca el límite entre las colonias Petcanché, Las Palmas y Nueva Alemán, por lo que el cohete funciona como un ícono de orientación urbana para quienes transitan por esta parte de la ciudad.
¿Por qué se dice que en realidad no es un cohete?
Aunque todos lo conocen como “El Cohete”, lo cierto es que no se trata de un cohete real ni tiene relación con programas espaciales. Su diseño se inspira en los misiles V-2 utilizados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, lo que le da su aspecto distintivo. Sin embargo, su origen fue completamente publicitario, no militar ni científico.
Hoy en día, más allá de su idea original, se ha convertido en una pieza histórica y nostálgica para los meridanos, que lo siguen usando como referencia geográfica y cultural.
