Natalia Sosa aclara si hubo "agarrón" con Mariana Treviño en "Mentiras"
El escritor de Mentiras: El musical aseguró que Natalia Sosa y Mariana Treviño llegaron a los golpes por una guerra de egos.

años, los pasillos del teatro han guardado rumores como ecos atrapados entre bambalinas. Uno de ellos hablaba de una supuesta enemistad entre dos de las voces más potentes que pisaron el escenario de Mentiras, el musical: Natalia Sosa y Mariana Treviño.
Una historia que, aunque alimentada por el murmullo constante del espectáculo, parece desvanecerse con el tiempo, como las notas finales de una canción.
Natalia Sosa, en medio de la promoción de su espectáculo Esto sí es despecho, decidió no alimentar las habladurías. Con la serenidad que dan los años de oficio, respondió a los cuestionamientos con elegante firmeza: “No hay nada que decir”, expresó, dejando claro que su energía está centrada en su arte, no en confrontaciones pasadas.
“Efectivamente no me hablo con Mariana, pero… porque no la he visto”, soltó con una sonrisa que cerró cualquier especulación.
Aquella puesta en escena que las catapultó a la fama fue también un hervidero de talento y emociones, como suele ocurrir cuando se cruzan grandes personalidades.
Sin embargo, para Sosa, mirar hacia atrás es menos urgente que mirar hacia el presente, donde su voz sigue abriendo caminos. “Prefiero que mi carrera hable solo de mi trabajo”, sentenció.
La noche del 24 de julio, Sosa tomó el micrófono en el centro de espectáculos La Maraka para presentar un concepto musical en el que su corazón late a través de cada nota: Esto sí es Despecho.
La acompañaron voces también legendarias: Sheyla, Aranza, Myriam y una participación especial de Kika Edgar. Juntas tejieron un tapiz emocional en el que cada canción fue una herida abierta, una confesión, una memoria.
“¿Quién no ha sufrido por amor?”, preguntó Sosa, lanzando la interrogante al público como si de pronto todos estuviésemos en la misma mesa, compartiendo historias con copas en mano.
En su caso, confiesa que también amó y perdió cuando llegó de Veracruz a la Ciudad de México, aunque ahora celebra 25 años de una relación sólida que la sostiene, la inspira y le permite cantar con el alma.
Aquel despecho transformado en canción se ha vuelto una bandera para ella. Y como buena veracruzana —“muy terca”, dice entre risas—, Natalia ha logrado abrirse paso en el mundo digital. Su música, esa que no pide permiso para desgarrar o levantar el ánimo, ya puede escucharse en plataformas, confirmando que la persistencia tiene melodía propia.
Sosa es de esas artistas que no solo cantan: interpretan. Que no solo viven del escenario: lo habitan. Su voz es como el mar de su tierra, capaz de arrullar y de desatar tormentas.
Por eso, no sorprende que prefiera callar rumores y dejar que su arte hable más fuerte. En un mundo ávido de escándalos, ella apuesta por la dignidad del trabajo bien hecho.
El origen del conflicto
José Manuel López Velarde, director y creador de Mentiras: el musical, reveló en su canal de YouTube Sin mentiras (episodio 5, publicado el 2 de junio), que Natalia Sosa y Mariana Treviño protagonizaron un conflicto tras bambalinas que incluso habría terminado en un altercado físico.
“El ambiente llegó a tensarse tanto que terminó en una pelea física. El motivo fue un choque de egos y una batalla por el protagonismo en escena”, contó el también dramaturgo.
“El personaje de Lupita tenía una escena donde se le subía la falda, y Mariana improvisaba sacándose el calzón, lo que Natalia interpretaba como un intento por robarle foco”, relató López Velarde.
A pesar de eso, subrayó que sobre el escenario el elenco lucía como un equipo sólido. “Los egos y las inseguridades también formaban parte del libreto no escrito de Mentiras: el musical”, concluyó.
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