Centennials y millennials, los que más batallan para un empleo formal
En México, el 45.7% de la población joven, labora en condiciones lamentables, en trabajos mal remunerados y sin prestaciones.
MÉXICO.- En la actualidad, aquellos jóvenes con carreras terminadas y títulos en puerta, son los que presentan más dificultad para conseguir un trabajo estable y esta crisis continuará en el 2022 para las y los trabajadores jóvenes de las economías emergentes en México.
Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado en junio, el empleo para los jóvenes cayó un 8.7 por ciento en 2020.
La informalidad y el empleo vulnerable siguen siendo una realidad lamentable para la mayoría de los jóvenes empleados en todo el mundo. Además, cuando no están empleados, los jóvenes enfrentan dificultades para acceder al mercado laboral.
Esto se refleja en las altas tasas de desempleo juvenil, las altas tasas de ninis (sin empleo, educación o formación) y la transición de la escuela al trabajo.
En México, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo, existen actualmente cerca de 32 millones de jóvenes entre 14 y 29 años de edad, de ellos el 45.7% laboran en condiciones (ocupados remunerados sin prestaciones y trabajadores sin pago) y 12.5% son trabajadores por cuenta propia.
Casi 80% de la población ocupada de jóvenes no cuenta con contrato laboral y cerca de 47% de ellos no tiene prestaciones laborales. Los ingresos por trabajo de la población de jóvenes se concentran entre uno y dos salarios mínimos. Más de 1.3 millones se encuentran en desocupación.
De acuerdo a la información de la OIT, para contrarrestar este fenómeno donde los jóvenes no obtienen oportunidades laborales, es necesario promover el empleo juvenil a través de políticas e instrumentos que tengan como objetivo central disminuir la discriminación y lograr la integración de este colectivo en trayectoria de trabajo decente.
Sin embargo, si se sigue la tendencia actual de falta de políticas dirigidas específicamente a los jóvenes, es probable que siga deteriorando la participación y condicionas de trabajo para este grupo de la población económicamente activa.
Además, que la pandemia del COVID-19, fue un factor aún más importante de pérdida de empleos para los jóvenes.
