El niño de violín, a unas tonadas del olvido
A pocos metros de la entrada del panteón El Carmen y de la Capilla central, está la emblemática tumba de Goyo, quien con apenas 13 años de edad perdió la vida
MONTERREY, Nuevo León.- Aunque su música sigue haciéndose presente en algunos funerales y a ciertas horas, el “Niño del Violín” está a unas tonadas de quedar en el olvido, pese a ser una de las leyendas más conocidas de Nuevo León desde hace ya 113 años.
El paso de la pandemia del COVID-19 ha dejado un estrago importante en la tumba en donde descansa Gregorio Alanís González, mejor conocido como el “Niño del Violín”, ya que en su lugar son pocas las ofrendas que siguen en pie y luce totalmente descuidada entre basura y polvo.
A pocos metros de la entrada del panteón El Carmen y de la Capilla central, está la emblemática tumba de Goyo, quien con apenas 13 años de edad perdió la vida y desde 1908 a la fecha ha trascendido en el tiempo gracias a la leyenda que lo rodea.
A comparación de otros años, hoy poca gente se ha animado a visitar al “Niño del Violín” y esto se debe a que el recinto tuvo que cerrar sus puertas por casi un año.
Este emblemático sepulcro que tiene una escultura a tamaño real de Gregorio,únicamente cuenta con unas cuántas flores de plástico y el mármol que lo rodea está lleno de moho y polvo, además de dulces a medio comer y botellas vacías.
En otras ocasiones, los propios visitantes buscaban siempre rendirle un pequeño tributo al “Niño de Violín” a través de ofrendas o limpiarle su lugar, pero esta vez muy pocas personas se han acercado a orar por su descanso o dejarle un presente.
Pese a ello, los vecinos y trabajadores del lugar cuentan que entre 1:00 y 3:00 de la mañana y en algunos servicios funerales se sigue escuchando a Gregorio tocar emotivas notas con el violín que siempre lo acompaña,
