Se cumplen 21 años del trenazo en Santa Catarina
En el 2000 se registró uno de los accidentes ferroviarios más impactantes de la localidad que dejó al menos 18 víctimas mortales y 25 heridos.
SANTA CATARINA.- Fue hace 21 años cuando el municipio de Santa Catarina fue escenario de uno de los más fuertes accidentes ferroviarios que enlutó a 18 familias.
La madrugada del 18 de diciembre del año 2000, Víctor Hugo García Rivera quien manejaba una unidad de la extinta ruta 120, sin importar los gritos de sus pasajeros desafió las señales y continúo su camino para intentar ganarle el paso al tren que estaba aproximándose, sin embargo, no ocurrió así y terminó siendo embestido, convirtiéndose en el autor de una de las peores tragedias que ha sucedido en el municipio de Santa Catarina.
Los hechos ocurrieron en el crucero de Díaz Ordaz ubicado en la avenida Cuauhtémoc, atrás de los terrenos que albergo la empresa Protexa.
Aunque el conductor del tren intentó frenar, no lo logró y se impactó de lleno contra el camión que quedó en medio de las vías y que lo arrastró por casi 100 metros.
En esos momentos, lo que era un viaje hacía la escuela o trabajo se convirtió en una escena de terror, que entre gritos y llanto, buscaban los sobrevivientes ayudar y ser ayudados.
Al ser un hecho sin precedentes y de grandes magnitudes se contó con la participación de más de 300 elementos de rescate y voluntarios.
Pese a los intentos de socorristas y de personas que estaba por el lugar, fallecieron 18 personas y 25 más resultaron gravemente lesionadas, las cuales al día de hoy muchas siguen recordando esa tragedia al quedar con secuelas importantes.
Aunque en un principio se pensó que el chofer de la Ruta 120 falleció en el lugar y al descartar ello y confirmar que huyó del accidente, a los meses se entregó a las autoridades.
En el lugar del impacto hoy yace un memorial para las víctimas, el cual por el tiempo ha sido descuido y ha quedado en el olvido, solo cuando se acerca la fecha del incidente es cuando se puede observar movimiento en ese punto.
Desde ese entonces este accidente marcó un precedente en el transporte público, uno, haciendo obligatorio el freno total de las unidades en cualquier cruce ferroviario, dos la revocación del permiso de la ruta 120 la cual ahora es la ruta 400.
Aunque ya han pasado más de 20 años, esta tragedia sigue presente y representa un dolor muy importante para las familias de las víctimas.
