Mina, la osa rescatada, comienza a jugar y mejorar en Fundación Invictus
La osa Mina avanza en su recuperación en Fundación Invictus; ahora juega y mejora su salud física y movilidad.
La osa Mina, rescatada por la PROFEPA del zoológico La Pastora, muestra avances importantes en su proceso de recuperación en la Fundación Invictus, ubicada en Pachuca, Hidalgo.
Tras recibir atención especializada en terapias de dolor, nutrición, hidratación y cuidado dermatológico, Mina ha comenzado a estar de pie, comer por sí misma y explorar juguetes, lo que marca un paso significativo en su rehabilitación.
El rescate de Mina y su traslado a la fundación fueron posibles gracias a la colaboración entre la PROFEPA, especialistas internacionales y la participación ciudadana que denunció su estado.
La fundación documenta cada paso de su recuperación en redes sociales, buscando generar conciencia sobre el bienestar animal y la importancia de la atención a fauna silvestre en condiciones críticas.
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¿Cómo ha evolucionado la salud de la osa Mina?
El estado físico de Mina presenta mejorías significativas, como el crecimiento de pelo en zonas afectadas y la cicatrización de aproximadamente un 60% de la herida en su pata.
Aunque su condición sigue siendo catalogada como “crítica”, los cuidados intensivos han permitido que inicie actividades como jugar y explorar pelotas y juguetes, mostrando más movilidad y curiosidad.
¿Qué cuidados recibe Mina durante su recuperación?
Mina está bajo terapia intensiva, que incluye analgesia, hidratación constante, nutrición especializada y atención dermatológica.
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Los especialistas vigilan su evolución de cerca para reducir el dolor y estimular su recuperación física y emocional. Cada paso que da la osa es un indicador positivo del tratamiento multidisciplinario que se le proporciona.
¿Qué acciones promueve Fundación Invictus para apoyar su rehabilitación?
La fundación utiliza sus redes sociales para informar y concienciar sobre el cuidado de fauna silvestre. Además, organiza campañas de apoyo y recaudación de fondos, incluyendo la venta de ositos de peluche benéficos, permitiendo a la ciudadanía ser parte de la historia de Mina y contribuir directamente a su recuperación.
La historia de Mina resalta cómo la solidaridad, la atención profesional y la denuncia ciudadana pueden salvar vidas y ofrecer una segunda oportunidad a animales que requieren cuidados críticos.
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