Desaparecidas

Conmocionados e indignados.

Así nos encontramos.

Con una herida que tardará en sanar. La historia de Debanhi Escobar es desgarradora. La imagen del hallazgo en la cisterna de un motel es el espejo de la triste realidad que enfrentamos en Nuevo León y en muchos otros estados de la República Mexicana.

El Gobierno de Samuel García y la Fiscalía de Justicia a cargo de Gustavo Adolfo Guerrero fueron rebasados por esta crisis. Ahora tratan de acomodar elementos y filtrar videos para hacernos creer que fue un accidente… y así dar “carpetazo” lo antes posible.

Las autoridades estatales tienen mucho por hacer… Por lo pronto menos palabras y más acciones. Los ciudadanos tenemos derecho a hacerles un justo reclamo. Hubo errores desde el Gobierno Estatal y desde la Fiscalía “autónoma”.

Omisiones e inconsistencias a lo largo de 13 días que podrían ser irregularidades… algo parecido a lo que vimos apenas dos semanas antes con el caso de la joven María Fernanda Contreras, quien apareció sin vida en una vivienda en Apodaca, cinco días después de haber sido reportada como desaparecida.

Esta vez de nada sirvió a Samuel y Mariana haber salido de su palacio “a dar la cara”, en medio de las protestas que se desataron tras el hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar.

El evidente pago a figuras públicas para que hicieran comentarios favorables en las redes sociales les resultó contraproducente. Samuel y Mariana enfrentan su más grave crisis tanto en su mundo virtual, como en el mundo real.

En Nuevo León, las desapariciones de mujeres se han convertido en la más fuerte vertiente de la crisis de inseguridad que venimos padeciendo en los meses recientes… junto con las crisis de agua, de movilidad y de medio ambiente. Según datos de la Fiscalía, en este año se han registrado 332 reportes de búsqueda.

De esta cifra, 284 mujeres han sido localizadas con vida y seis mujeres han sido localizadas fallecidas. Esto significa que hay 32 mujeres, en su mayoría jóvenes, que aún no aparecen.

Ser Gobernador de Nuevo León debería ser mucho más que lanzar iniciativas populistas, o publicar historias en Instagram, o peor aún, hacernos creer que vivimos en Nuevolandia y andar promoviendo candidaturas para la elección de 2024.

En este tema tan doloroso, por supuesto, tenemos que exigirles que trabajen para reducir las estadísticas, para resolver los casos pendientes, para que los culpables no queden impunes.

Y al mismo tiempo preguntarnos: ¿Cómo hacerle para erradicar a los agresores, violadores, asesinos? Definitivamente, todos, sociedad y gobierno, debemos hacer lo que nos toca. ¿Cómo estamos educando a las nuevas generaciones? Que estos casos tristemente trágicos nos ayuden también a mejorar y poner atención en lo esencial.

Soy Gregorio Martínez… Más Allá de la Noticia… Nos vemos y nos escuchamos… Aquí en POSTA.